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ya en el siglo segundo, en la Didajé se toma nota de la práctica de abstenerse de comer carne todos los viernes del año como una observancia penitencial que recuerda la crucifixión. No hay una insistencia correspondiente en el consumo de pescado (algunos miembros de mi familia consideran los mariscos como una forma de veneno, por lo que no todo el mundo comparte el entusiasmo por ellos.) Fue el Papa Nicolás I (siglo IX) quien hizo obligatoria esta práctica bajo pena de pecado mortal, y no porque su familia fuera dueña de un mercado de pescado, como a veces se sugiere. El Papa Inocencio III (siglo XII) hizo una excepción para cuando la Navidad cayera en viernes.
Tomás de Aquino consideraba la carne, la leche y los huevos como alimentos que incitan el deseo. El ayuno y la abstinencia estaban destinados a frenar "las concupiscencias de la carne, que consideran los placeres del tacto en relación con la comida y el sexo". Los veganos podrán encontrar incidentalmente una causa común con este doctor de la iglesia.
No fue sino hasta 1966 que el Papa Pablo VI aconsejó a las autoridades eclesiásticas locales modificar la regla de la abstinencia como mejor les conviniera. Ese mismo año, los Obispos de Estados Unidos emitieron la Declaración pastoral sobre la penitencia y abstinencia que permite la sustitución de alguna otra forma de penitencia en lugar de la abstinencia durante todos los viernes, a excepción de los que ocurren en la Cuaresma. Sin embargo, las personas en buen estado de salud entre las edades de 14 y 59 años deben abstenerse de comer carne (y artículos hechos con carne) el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo y los viernes de la Cuaresma.
Algunos obispos o pastores hacen excepciones para el día de San Patricio o el día de San José cuando caen en un viernes de Cuaresma. En 2012, los obispos de Estados Unidos reconsideraron reinstaurar la abstinencia durante todos los viernes del año, pero prefirieron hacerlo opcional a efectos de la vida, el matrimonio y la libertad religiosa. En 2010 el obispo de Nueva Orleans reclasificó el cocodrilo como un artículo de un menú sin carne.
La práctica de la abstinencia de carne pretende ser una práctica penitencial. Obviamente, si te encanta el pescado, entonces puede que no sea la mejor sustitución con la cual observar el sacrificio. Mientras que el pescado, langostas y otros mariscos no se clasifican como carne y pueden ser consumidos sin violar la abstinencia, disfrutar de un buffet de mariscos no está en el espíritu de un acto penitencial.
Respuesta:
no es pecado
Explicación:
ya que comer carne roja es pecado, pero comer mariscos no es pecado ya que algunos peses se reproducen si necesidad de tener pareja
espero te sirva