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Todas las guerras siempre han tenido por lo general tres elementos en común, que son 1- La lucha por el territorio o los recursos naturales; 2 La lucha por intereses económicos y 3ro Las diferencias ideológicas, religiosas o étnicas.
La Segunda Guerra Mundial tuvo esos tres elementos, todos juntos, además de otro peor, como lo fue el empobrecimiento de Alemania y las naciones que conformaban con ella el antiguo imperio Austro -Húngaro, a causa de haber perdido varias guerras anteriores. Lo que contrastaba con la boyante economía de que disfrutaban sus vecinos enemigos a raíz de la Revolución Industrial.
Ello además aumentado por el odio generado en Alemania contra los judíos, que eran dueños de la mayoría de grandes bancos de toda Europa y que se encontraban entre los pocos ciudadanos alemanes que no sufrieron las miserias que trajeron consigo todas esas guerras, y que al contrario hicieron fortuna al financiar los pagos que debía hacer Alemania como país perdedor a sus enemigos ganadores.
Así que en pocas palabras lo que se fraguó allí era algo incontenible. odio, miseria, envidia y ambición tuvieron sus puntos más altos, y alimentado con un pesudo patriotismo como lo fue el nacismo, era la receta perfecta para la guerra.
La Segunda Guerra Mundial tuvo esos tres elementos, todos juntos, además de otro peor, como lo fue el empobrecimiento de Alemania y las naciones que conformaban con ella el antiguo imperio Austro -Húngaro, a causa de haber perdido varias guerras anteriores. Lo que contrastaba con la boyante economía de que disfrutaban sus vecinos enemigos a raíz de la Revolución Industrial.
Ello además aumentado por el odio generado en Alemania contra los judíos, que eran dueños de la mayoría de grandes bancos de toda Europa y que se encontraban entre los pocos ciudadanos alemanes que no sufrieron las miserias que trajeron consigo todas esas guerras, y que al contrario hicieron fortuna al financiar los pagos que debía hacer Alemania como país perdedor a sus enemigos ganadores.
Así que en pocas palabras lo que se fraguó allí era algo incontenible. odio, miseria, envidia y ambición tuvieron sus puntos más altos, y alimentado con un pesudo patriotismo como lo fue el nacismo, era la receta perfecta para la guerra.
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hacer un tratado de paz
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