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En la antigua China, Confucio no concebía la educación sin la música, a la que consideraba la segunda más importante de las seis artes esenciales en las que educar a los jóvenes, que eran: ceremonias, música, tiro con arco, conducción de carros, escritura y matemáticas.
Sin ir tan lejos en el tiempo, en 2011 la cantante islandesa Björk lanzó su álbum «Biophilia» con la intención de que sirviera como material didáctico para niños de 10 a 12 años y les inspirase a desarrollar su creatividad combinando música, naturaleza y tecnología. Cada pista del álbum describía un fenómeno natural como el ciclo de la luna, la reproducción del ADN o el movimiento de las placas tectónicas. El proyecto fue muy exitoso en las escuelas de Reikjavik y sigue en marcha. En cambio, en España parece que «la música distrae de las demás asignaturas», según dijo el ministro de Educación José Ignacio Wert, y ya no es obligatoria en educación primaria.
Si quieres conocer la importancia y los beneficios de la música en la educación, sigue leyendo.
Estudios científicos señalan que la música tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico de los niños. Incluso se ha demostrado que la música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, el encargado del aprendizaje del lenguaje, los números y el uso de la lógica. Para conocer cómo se lleva esto al terreno práctico, hemos entrevistado a Anna Díez Bereziartua, dedicada hace más de treinta años a la enseñanza musical con niños, adolescentes y adultos.
«Que la música aumenta la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños no es nada nuevo. Como tampoco lo es la relación existente entre música y matemáticas» nos dice. Pero vayamos por partes. «El trabajo melódico favorece la memorización de textos y la correcta acentuación de las palabras e incluso mejora la dicción. El trabajo auditivo con melodía y timbre beneficia la capacidad de concentración y el aprendizaje de otras lenguas. Mientras que el trabajo rítmico ayuda a la comprensión de las relaciones matemáticas», cuenta Anna Díez.
De hecho, a principios de este año, la Universidad Autónoma de Barcelona acogió a profesores universitarios y formadores de maestros de distintos países europeos del proyecto European Music Portfolio: Sounding Ways into Mathematics (EMP-P) que pretende incidir, por un lado, en el trabajo conjunto de habilidades matemáticas y musicales en la educación primaria y, por el otro, en el fomento de la creatividad de los docentes como medio para favorecer una educación más interdisciplinaria. Algunas escuelas piloto del área metropolitana de Barcelona ya lo están integrando y se ha creado un grupo de trabajo llamado Musicomàtics.
Ante la supuesta interferencia de la música en el aprendizaje de otras materias, parece que es más bien todo lo contrario. «La música ayuda a interrelacionar conocimientos», afirma Anna Díez, que trabaja actualmente como profesora de música de primaria y secundaria en Escola L’Horitzó de Barcelona, una escuela que basa su proyecto en ofrecer al alumnado todos los recursos a su alcance para que sean capaces de elaborar su propio futuro. Da mucha importancia a uno de los recursos: la música, que acompaña a los alumnos desde el primer día de su escolaridad hasta el último.
«El aprendizaje musical ayuda a la sociabilización y fomenta la colaboración, el espíritu crítico y el respeto cuando se hacen actividades colectivas. Además, a través de las canciones se pueden aprender valores, hábitos, el alfabeto, las tablas de multiplicar, etc. Por ejemplo, podemos relacionar la tabla del número tres con el ritmo del vals. Es más, a partir del estudio de un instrumento se pueden trabajar muchas asignaturas: geografía (de dónde es originario), historia (cuándo apareció), matemáticas (tamaño y proporciones), física (acústica y sonoridad), plástica (dibujándolo o creándolo con distintos materiales) y todo lo que se le ocurra al profesor», comenta Anna Díez.
¿Y por qué es tan importante? Porque la música nos acompaña en todas las etapas de nuestra vida y, afortunadamente, hoy en día la comunidad educativa tiene claro el papel clave que juega la música en la formación global de los alumnos y tanto los padres como la sociedad en general comprenden que las materias artísticas son importantes para el buen desarrollo de los niños.