Respuestas
5.- El cuento es a la fotografía lo que la novela al cine. Como la fotografía, el cuento practica el encuadre de una situación ceñida por el espacio y el tiempo. Como en ese campo reducido de la foto, nada puede ser gratuito ni excesivo en el cuento. Pero así como el fotógrafo escoge conscientemente el encuadre para usarlo estéticamente, así el cuentista debe ceñirse a esa limitación a medida que corre al desenlace y, como todo corredor atribulado por el peso de su equipaje, deja flecos, descripciones y escenas inútiles en el camino. No obstante, ese recorte arbitrario de la realidad es como un flash, un resplandor que ilumina una realidad más amplia a través de múltiples alusiones implícitas. El fotógrafo o el cuentista escogen un símbolo, un icono, un motivo que obrarán en el lector como un catalizador, como la levadura en la masa, como un conjuro de una visión mayor, ubicada "mucho más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o en el cuento".