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Es peligroso sentimentalizar la naturaleza. La mayoría de las ideas sentimentales implican en el fondo una falta de respeto profunda aunque inconsciente.” Jane Jacobs
Al Congreso Nacional Indígena, digna resistencia
Es refrescante escuchar a quienes resisten, porque si bien es abrumadora la embestida del capital y su neocolonialismo contra las comunidades indígenas, campesinas, rurales y urbanas, para despojarlos del territorio, de los bienes comunes, que son para el rey Midas contemporáneo solamente “recursos naturales”, es también decidida y firme la resistencia y la lucha de los defensores del territorio, los guardianes de la Madre Tierra, mujeres, niños, ancianos, hombres, pueblos, comunidades, tribus.
En ese sentido, las organizaciones del Congreso Nacional Indígena manifiestan con su lucha y su palabra una madurez y claridad que sería bueno compartiéramos otros mexicanos y mexicanas. Escucharlos hablar de los árboles como “los primeros caídos” en la lucha, como compañeros pues; escucharlos reconocer el peso imprescindible de la participación decidida de las mujeres en la lucha; escucharlos recomendar a quien no conozca la experiencia zapatista que se acerque a ella porque es esencial para el futuro de las luchas en México; escucharlos pedir a la ciudad de México que también se organice y luche, que participe como pueblos o tribus indígenas originarios o migrantes en el CNI, es escuchar una palabra que no solo informa o pide, sino enseña, comparte, exhorta, convida.
En una de estas comparticiones “Detrás de nosotros estamos ustedes: experiencias en torno a las recientes iniciativas zapatistas”, el 25 de junio, la cual pudo ser escuchada por más compañeros gracias a los buenos oficios de la Ke Huelga Radio, integrantes de las resistencias de Frente Juvenil y la comunidad de San Francisco Xochicuautla, Estado de México, y de los Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán, Morelos, hablaron del despojo, y lo relacionaron con las cuatro ruedas del capitalismo, como las categorizan los pueblos zapatistas: despojo, explotación, represión, desprecio.
Sus reflexiones me hicieron pensar que, en buena medida, el desprecio es una rueda motor que impulsa a las otras. Aquí compartiré cómo lo entiendo y pienso que puede expresarse.