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Respuesta:
LA ROMA IMPERIAL
Luego del fin de la República, Roma se convirtió en el imperio más poderoso
del mundo de entonces. En el periodo imperial se distinguen dos subetapas: el Alto
Imperio y el Bajo Imperio.
LAS GUERRAS CIVILES Y EL FIN DE LA REPÚBLICA
Hacia mediados del siglo II a. C., surgieron
conflictos sociales que originaron una gran
crisis política en Roma. La conquista de
nuevos territorios incrementó la riqueza,
pero amplió la brecha entre ricos y pobres,
ya que todo quedaba en manos de los
patricios (aristocracia).
En estas circunstancias surgieron nuevos
actores políticos: los populares
buscaban reformas que favorecieran a los
plebeyos, como el reparto equitativo de la
tierra y de los bienes recién adquiridos; los
optimates (aristócratas), representantes
del partido de la aristocracia agrupados en
el Senado, buscaban limitar el poder de la
plebe; los caudillos militares eran personajes que adquirieron prestigio en las guerras
de conquista y que se aliaban tanto con los optimates como con los populares. Pero
todos estos actores no resolvieron el descontento social. En el año 79 a. C. ocurrió,
incluso, una gran rebelión de esclavos dirigida por Espartaco.
Para detener el desorden y evitar la concentración del poder, el Senado formó
triunviratos o alianzas de tres militares que compartían el mando, tratando de
controlar las sublevaciones en todas las regiones.
• El primer triunvirato (60-49 a. C.) estuvo formado por Julio César, Craso y
Pompeyo. Esta alianza fracasó porque, tras luchar entre sí por acaparar el poder,
donde se impuso Julio César, quien se hizo nombrar dictador perpetuo. No
obstante, sus enemigos republicanos lo asesinaron en el año 44 a. C.
• El segundo triunvirato (43-33 a. C.) estuvo formado por Marco Antonio, Lépido y
Octavio. Que acaba con la guerra civil, entre Marco Antonio y Octavio por el control
de Roma, impidiéndose Octavio.
EL ALTO IMPERIO O PRINCIPADO (27 A. C.-284 D. C.)
El año 28 a. C., el Senado nombró a Octavio princeps (‘primero entre los senadores’)
con lo cual concentró todos los poderes del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial).
Además, el año 27 a. C. se le otorgó el título de Augusto (‘reverenciado’ en latín), solo
reservado para los dioses. Para evitar cuestionamientos a su poder o nuevos
conflictos, Augusto tomó una serie de medidas, como las siguientes:
• Mantuvo las instituciones republicanas, aunque subordinadas a su autoridad.
Promovió el ingreso al Senado de personas cercanas a él, le otorgó a esta
institución la administración de las provincias pacificadas y les dio a estas una
mayor participación en las magistraturas, reduciendo así la insatisfacción entre sus
miembros.
• Obtuvo el apoyo de la plebe. Lo consiguió al distribuir alimentos, ofrecer
espectáculos públicos y dando empleo a través de la construcción de obras
públicas.
• Neutralizó al ejército. Para ello, licenció a las dos terceras partes de la tropa,
asignó parcelas a los veteranos, ubicó a las legiones en las regiones fronterizas y
dispuso el traslado periódico de oficiales para evitar que establecieran vínculos
estrechos con sus tropas.
Antes de morir, Augusto nombró como sucesor a su yerno e hijo adoptivo Tiberio,
quien luego fue reconocido por el Senado. Así quedó establecida la forma de
sucesión: el emperador elegiría a quien habría de sucederlo. De esa manera, se
consolidó el poder absoluto de los emperadores.
Durante el Principado, el Imperio romano obtuvo la hegemonía sobre la cuenca del
Mediterráneo. Así, en los gobiernos de grandes emperadores como el propio
Augusto, Claudio, Vespasiano, Trajano, Adriano y Marco Aurelio, Roma y las demás
ciudades se llenaron de grandes construcciones y obras públicas.
Este periodo de esplendor y relativa tranquilidad, llamado por los historiadores pax
romana, favoreció el intercambio comercial entre las ciudades del imperio y propició el
florecimiento del arte y la ciencia.
Durante el Principado, se aplicaron dos reformas fundamentales para la administración
del imperio:
• En el año 27 a. C., Augusto creó dos tipos de provincias: las imperiales, situadas
en zonas estratégicas y dependientes directamente del emperador, y las
senatoriales, ubicadas en zonas pacíficas y administradas directamente por el
Senado, aunque bajo vigilancia de funcionarios del emperador.
• En el año 212 d. C., el emperador Caracalla concedió la ciudadanía romana a
todos los hombres libres de las provincias con la finalidad de ampliar el número
de tributarios del imperio y alentar la integración de los pueblos sometidos.
Explicación:
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