Redacta una noticia a partir del tema de este titular "solucion al problema del tráfico en las grandes ciudades". No olvides poner que sucedió, cuando, como y donde. por favor ayudenme
Respuestas
La contaminación ambiental y acústica es uno de los males de nuestras ciudades que nos ocasionan malestar físico y mental. En Europa y numerosos países del mundo, los ayuntamientos están tratando de reducir su impacto mediante medidas para reducir el tráfico, sobre todo en el casco central. A continuación os mostramos un análisis de José Benito Casanova, técnico de montaje de parques eólicos en Wind1000.
Formas de reducción del tráfico
En España podemos tomar como ejemplo a las dos ciudades más habitadas, Madrid y Barcelona. En Madrid, el Ayuntamiento ha cerrado al tráfico el pasado 1 de enero una superficie de 190 hectáreas (Sol y Pacífico) que se sumarán así a las de Cortes y Embajadores para conformar un área total de 352 hectáreas de tráfico restringido. Este Área de Prioridad Residencial (APR), según su denominación municipal, tendrá un coste de mantenimiento de 500.000 euros anuales.
Esta medida forma parte de un proyecto a 2020 con el que se cerraría una superficie de 5.000 hectáreas al transporte contaminante, mientras que se favorecería el transporte sostenible (vehículo eléctrico, bicicleta), y el transporte público. Estas APR están controladas mediante cámaras que multan a los vehículos que acceden a ellas si no es para usar los aparcamientos subterráneos del perímetro. Pueden acceder los residentes, las motocicletas y las furgonetas de reparto con horario restringido.
En Barcelona también se pretende reducir los desplazamientos de transporte privado mediante varias medidas disuasorias, como que el precio del aparcamiento en superficie sea más caro que el de los parking subterráneos, la designación de supermanzanas protegidas los fines de semana o los días de mayor contaminación, o la mejora del transporte público.
En Alemania, desde 2008, es preciso tener una placa identificativa medioambiental, para acceder a la Umweltzone (Zona ambiental), es decir, a las zonas verdes de las grandes ciudades. En Berlín, por ejemplo, el sticker necesario para transitar el área restringida cuesta 6€ para vehículos alemanes y 12.50€ para los extranjeros. Además, la velocidad está limitada a 30 km/h. En la ciudad de Hamburgo, la segunda ciudad más populosa de Alemania, se ha fijado un objetivo a 2034 por el cual no tendrá coches circulando por el 40% de su territorio. Para conseguir esto, se ha proyectado la regeneración del centro de la ciudad a través de zonas verdes donde el transporte público y la bicicleta serán los únicos sistemas de transporte permitidos.
En nuestro vecino Francia, y más concretamente en su capital también se ha cerrado el casco histórico a la circulación privada, convirtiéndolo en una zona semipeatonal, donde sólo estará permitido el paso a residentes, bicicletas, autobuses, taxis y vehículos de emergencia. Además, en París se van a invertir 100 millones de euros en la ampliación de carriles bici y la nueva flota de bicicletas para niños de Vélib, el servicio público de alquiler de bicicletas.
En París una de las iniciativas para reducir la contaminación que produce el tráfico fue la instalación del globo aerostático permanente sobre el parque André-Citroën, visible a 40 Km, que torna de color rojo a verde en función del grado de contaminación. En marzo de este año, los niveles de polución de la ciudad alcanzaron máximos históricos. Para contrarrestarlo, la ciudad aplicó una prueba de un día a sus ciudadanos: Solo pudieron circular los vehículos con matrícula impar en todo el perímetro definido, y no pudieron hacerlo los camiones de más de 3,5 toneladas, salvo los de la basura o los frigoríficos de aprovisionamiento alimentario ysolo se dejó salir sin restricciones a los vehículos limpios (eléctricos, híbridos o con propulsión de gas). La infracción a la norma se pagaba con una multa de entre 20 y 50 euros y, para incentivar todavía más a los parisinos, los viajes en metro y autobús fueron gratuitos durante varios días.
Respuesta:
La contaminación ambiental y acústica es uno de los males de nuestras ciudades que nos ocasionan malestar físico y mental. En Europa y numerosos países del mundo, los ayuntamientos están tratando de reducir su impacto mediante medidas para reducir el tráfico, sobre todo en el casco central. A continuación os mostramos un análisis de José Benito Casanova, técnico de montaje de parques eólicos en Wind1000.
Formas de reducción del tráfico
En España podemos tomar como ejemplo a las dos ciudades más habitadas, Madrid y Barcelona. En Madrid, el Ayuntamiento ha cerrado al tráfico el pasado 1 de enero una superficie de 190 hectáreas (Sol y Pacífico) que se sumarán así a las de Cortes y Embajadores para conformar un área total de 352 hectáreas de tráfico restringido. Este Área de Prioridad Residencial (APR), según su denominación municipal, tendrá un coste de mantenimiento de 500.000 euros anuales.
Esta medida forma parte de un proyecto a 2020 con el que se cerraría una superficie de 5.000 hectáreas al transporte contaminante, mientras que se favorecería el transporte sostenible (vehículo eléctrico, bicicleta), y el transporte público. Estas APR están controladas mediante cámaras que multan a los vehículos que acceden a ellas si no es para usar los aparcamientos subterráneos del perímetro. Pueden acceder los residentes, las motocicletas y las furgonetas de reparto con horario restringido.
En Barcelona también se pretende reducir los desplazamientos de transporte privado mediante varias medidas disuasorias, como que el precio del aparcamiento en superficie sea más caro que el de los parking subterráneos, la designación de supermanzanas protegidas los fines de semana o los días de mayor contaminación, o la mejora del transporte público.
En Alemania, desde 2008, es preciso tener una placa identificativa medioambiental, para acceder a la Umweltzone (Zona ambiental), es decir, a las zonas verdes de las grandes ciudades. En Berlín, por ejemplo, el sticker necesario para transitar el área restringida cuesta 6€ para vehículos alemanes y 12.50€ para los extranjeros. Además, la velocidad está limitada a 30 km/h. En la ciudad de Hamburgo, la segunda ciudad más populosa de Alemania, se ha fijado un objetivo a 2034 por el cual no tendrá coches circulando por el 40% de su territorio. Para conseguir esto, se ha proyectado la regeneración del centro de la ciudad a través de zonas verdes donde el transporte público y la bicicleta serán los únicos sistemas de transporte permitidos.
En nuestro vecino Francia, y más concretamente en su capital también se ha cerrado el casco histórico a la circulación privada, convirtiéndolo en una zona semipeatonal, donde sólo estará permitido el paso a residentes, bicicletas, autobuses, taxis y vehículos de emergencia. Además, en París se van a invertir 100 millones de euros en la ampliación de carriles bici y la nueva flota de bicicletas para niños de Vélib, el servicio público de alquiler de bicicletas.
En París una de las iniciativas para reducir la contaminación que produce el tráfico fue la instalación del globo aerostático permanente sobre el parque André-Citroën, visible a 40 Km, que torna de color rojo a verde en función del grado de contaminación. En marzo de este año, los niveles de polución de la ciudad alcanzaron máximos históricos. Para contrarrestarlo, la ciudad aplicó una prueba de un día a sus ciudadanos: Solo pudieron circular los vehículos con matrícula impar en todo el perímetro definido, y no pudieron hacerlo los camiones de más de 3,5 toneladas, salvo los de la basura o los frigoríficos de aprovisionamiento alimentario ysolo se dejó salir sin restricciones a los vehículos limpios (eléctricos, híbridos o con propulsión de gas). La infracción a la norma se pagaba con una multa de entre 20 y 50 euros y, para incentivar todavía más a los parisinos, los viajes en metro y autobús fueron gratuitos durante varios días.
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