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Luigi Galvani y Alessandro Volta fueron dos importantes físicos italianos de fines del siglo XVIII que contribuyeron de manera significativa al entendimiento de los fenómenos eléctricos. Entre ellos se desató una polémica a propósito de las investigaciones acerca de la electricidad en preparaciones animales, primero realizadas por Galvani y luego emprendidas por Volta, con base en sus propias ideas.
Luigi Galvani y Alessandro Volta fueron dos importantes físicos italianos de fines del siglo XVIII que contribuyeron de manera significativa al entendimiento de los fenómenos eléctricos. Entre ellos se desató una polémica a propósito de las investigaciones acerca de la electricidad en preparaciones animales, primero realizadas por Galvani y luego emprendidas por Volta, con base en sus propias ideas.
Específicamente, la disputa entre Volta y Galvani -que fue de por vida- se centró principalmente en la observación de Galvani que las patas de una rana se contraían cuando se conectaban dos puntos del tejido entre metales diferentes; por ejemplo, cuando una preparación formada por los nervios lumbares y los músculos de la pata era colgada con un gancho de bronce
Para Volta, el origen de la electricidad estaba en la unión bimetálica, en el gancho de bronce sujeto al hierro. Anticipándose al concepto de potencial de electrodo, Volta supuso que cada metal posee una cantidad característica de electricidad y concluyó que si un material orgánico humedecido se pone en contacto entre dos metales diferentes, fluirá una corriente eléctrica al cerrar el circuito. Esa corriente, de vuelta, estimulará el músculo entre ambos electrodos. Es nada menos que el principio básico de la pila.
Con su electroscopio, Volta pudo detectar una diferencia eléctrica entre las pinzas de cobre y zinc que Galvani usaba para colgar la preparación de rana y demostró, experimentando sobre sí mismo, esa acción estimulante. Se puso en la boca uno de los brazos de la pinza y tocó con el otro uno de sus ojos, lo que dio lugar a una sensación de luz. Con base en estos resultados Volta rechazó firmemente la existencia de la electricidad animal que Galvani había propuesto.
desde una verja de hierro en el jardín, mientras el músculo hacía también contacto con el hierro en otro punto del mismo tejido.
Volta confirmó que efectivamente la electricidad entregada por una máquina eléctrica estimulaba a los músculos. Pero, interpretó de manera distinta el experimento con los electrodos de bronce y hierro, donde no había aparentemente una fuente de electricidad externa al tejido y Galvani atribuyó el origen de la contracción muscular a electricidad venida del tejido mismo.
Volta fue el ganador de la disputa. El era un brillante pensador; además, Profesor de Física en Pavía, miembro de la Real Sociedad de Londres y miembro correspondiente del Instituto de Francia. Su reputación era muy alta, teniendo muchos conocidos en los círculos intelectuales de Europa.
Volta fortaleció aún más su posición al idear, a partir del efecto bimetálico, un dispositivo que el mundo conocería más tarde como la pila o batería voltaica. La pila consistía en una pequeña torre de discos de cobre y zinc, alternados y separados entre sí por madera o tela humedecidas con una solución salina. Los discos de cada extremo de la serie se conectaban a sendos alambres, los que unidos por medio de un conductor daban paso a la circulación de una corriente eléctrica. De esta manera aportó para la experimentación un aparato con la importante propiedad de producir un flujo ininterrumpido de electricidad en vez de descargas breves. Este ha sido, sin duda, uno de los avances tecnológicos más importantes en la historia de la humanidad.
La controversia con Volta terminó entonces amargamente para Galvani, quién pasó los últimos años de su vida deprimido por su derrota. Los últimos años de vida de Galvani se vieron además ensombrecidos por poderosos eventos políticos. Napoleón Bonaparte ocupó el norte de Italia en 1796 y fundó la República Cisalpina, en la cual quedó incluida Boloña, la ciudad natal de Galvani, y que previamente había pertenecido al estado eclesiástico.
Napoleón era admirado enormemente por Volta. Galvani, por su parte, se negó a tomar juramento de obediencia a la nueva constitución y como consecuencia fue destituido de su posición de Profesor. Años más tarde, amigos de Galvani consiguieron su restitución, dispuesta a hacerse efectiva el I de enero de 1799. Sin embargo, Galvani, que tenía 61 años, murió en diciembre de 1798.
No fue sino hasta 1841 que los trabajos completos de Volta fueron publicados en Boloña bajo el título Opera edite ed medite del Professore Luigi Galvani raccolte e publicate per cura dell’ Academia delle Science dell’ Instituto di Bologna.
Luigi Galvani y Alessandro Volta fueron dos importantes físicos italianos de fines del siglo XVIII que contribuyeron de manera significativa al entendimiento de los fenómenos eléctricos. Entre ellos se desató una polémica a propósito de las investigaciones acerca de la electricidad en preparaciones animales, primero realizadas por Galvani y luego emprendidas por Volta, con base en sus propias ideas.
Específicamente, la disputa entre Volta y Galvani -que fue de por vida- se centró principalmente en la observación de Galvani que las patas de una rana se contraían cuando se conectaban dos puntos del tejido entre metales diferentes; por ejemplo, cuando una preparación formada por los nervios lumbares y los músculos de la pata era colgada con un gancho de bronce
Para Volta, el origen de la electricidad estaba en la unión bimetálica, en el gancho de bronce sujeto al hierro. Anticipándose al concepto de potencial de electrodo, Volta supuso que cada metal posee una cantidad característica de electricidad y concluyó que si un material orgánico humedecido se pone en contacto entre dos metales diferentes, fluirá una corriente eléctrica al cerrar el circuito. Esa corriente, de vuelta, estimulará el músculo entre ambos electrodos. Es nada menos que el principio básico de la pila.
Con su electroscopio, Volta pudo detectar una diferencia eléctrica entre las pinzas de cobre y zinc que Galvani usaba para colgar la preparación de rana y demostró, experimentando sobre sí mismo, esa acción estimulante. Se puso en la boca uno de los brazos de la pinza y tocó con el otro uno de sus ojos, lo que dio lugar a una sensación de luz. Con base en estos resultados Volta rechazó firmemente la existencia de la electricidad animal que Galvani había propuesto.
desde una verja de hierro en el jardín, mientras el músculo hacía también contacto con el hierro en otro punto del mismo tejido.
Volta confirmó que efectivamente la electricidad entregada por una máquina eléctrica estimulaba a los músculos. Pero, interpretó de manera distinta el experimento con los electrodos de bronce y hierro, donde no había aparentemente una fuente de electricidad externa al tejido y Galvani atribuyó el origen de la contracción muscular a electricidad venida del tejido mismo.
Volta fue el ganador de la disputa. El era un brillante pensador; además, Profesor de Física en Pavía, miembro de la Real Sociedad de Londres y miembro correspondiente del Instituto de Francia. Su reputación era muy alta, teniendo muchos conocidos en los círculos intelectuales de Europa.
Volta fortaleció aún más su posición al idear, a partir del efecto bimetálico, un dispositivo que el mundo conocería más tarde como la pila o batería voltaica. La pila consistía en una pequeña torre de discos de cobre y zinc, alternados y separados entre sí por madera o tela humedecidas con una solución salina. Los discos de cada extremo de la serie se conectaban a sendos alambres, los que unidos por medio de un conductor daban paso a la circulación de una corriente eléctrica. De esta manera aportó para la experimentación un aparato con la importante propiedad de producir un flujo ininterrumpido de electricidad en vez de descargas breves. Este ha sido, sin duda, uno de los avances tecnológicos más importantes en la historia de la humanidad.
La controversia con Volta terminó entonces amargamente para Galvani, quién pasó los últimos años de su vida deprimido por su derrota. Los últimos años de vida de Galvani se vieron además ensombrecidos por poderosos eventos políticos. Napoleón Bonaparte ocupó el norte de Italia en 1796 y fundó la República Cisalpina, en la cual quedó incluida Boloña, la ciudad natal de Galvani, y que previamente había pertenecido al estado eclesiástico.
Napoleón era admirado enormemente por Volta. Galvani, por su parte, se negó a tomar juramento de obediencia a la nueva constitución y como consecuencia fue destituido de su posición de Profesor. Años más tarde, amigos de Galvani consiguieron su restitución, dispuesta a hacerse efectiva el I de enero de 1799. Sin embargo, Galvani, que tenía 61 años, murió en diciembre de 1798.
No fue sino hasta 1841 que los trabajos completos de Volta fueron publicados en Boloña bajo el título Opera edite ed medite del Professore Luigi Galvani raccolte e publicate per cura dell’ Academia delle Science dell’ Instituto di Bologna.
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