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Dos cabezas charlan al pié de un cadalso. Sus cuerpos desprendidos y sangrientos yacen en el suelo. Goter y Moter acaban de ser ejecutados y sus cabezas se encuentran en un limbo en el que conversan sobre su destino mientras idean un plan para descubrir si no están muertos. Esa es la breve sinópsis de Luz negra,obra maestra del teatro del absurdo latinamericano del brillante autor salvadoreño Alvaro Menéndez Leal (1931-2000).
Leí Luz negra por vez primera en 1978. Mi primo Enrique me la dio de regalo. Como muchos otros libros que poseía, pensé haberla perdido en mis inacabables andanzas, pero la encontré en mi cápsula del tiempo: el sótano de la casa de mi madre en Los Angeles. Fue un descubrimiento grato porque el libro contiene el autógrafo de Alvaro.
Alvaro Menéndez Leal tenía una librería cerca del centro de San Salvador y en las vacaciones de 1978 fui ahí a comprar algunos libros. Creo que le compré una copia adicional de Luz negra y otros títulos. Aproveché para platicar con él brevemente y pedirle que me diera su autógrafo.
De entrada se notaba la excentricidad maravillosa de Alvaro. Portaba dos relojes –- uno en cada muñeca -- y sobre sus hombros deambulaba su mascota: una rata blanca. No le pregunté de inmediato el por qué de la pinta que traía, pero a medida que fuimos platicando le pregunté que qué significado tenían los dos relojes. "Así vivo los días dos veces", fue su respuesta, o algo por el estilo. "¿Y la rata?" le pregunté en el momento en que juzgué apropiado. "Ah, sí, la rata… es ciega" me contestó. "¿Y cómo se llama?" indagué. "La rata se llama Borges", replicó con una breve sonrisa.
En ese momento supe por qué había manipulado su apellido de tal forma que Menéndez Leal se había convertido en Menen Desleal.
Mi reciente lectura de Luz negra, me puso de relieve el carácter universal de esta obra. Luz negra es un logro teatral para todos los tiempos dado que aborda temas profundos como la vida y la muerte, la injusticia, la sobrevivencia, la represión, la violencia, la libertad, las luchas políticas, las dictaduras, el carácter de las masas, el Partido, Dios y el amor.
La temática se presenta desde una perspectiva aparentemente dual: la de Moter, un brillante estafador que en vida logró hacer una gran fortuna, y la de Goter, un revolucionario fallido quien se integra al Partido y toma las armas para derrocar al Estado. Ambos surgen de un ambiente en que impera la pobreza y abordan su condición existencial escogiendo rumbos de vida marcadamente distintos. Sin embargo, al final de sus vidas Goter y Moter se encontrarán en el patíbulo en donde experimentarán el mismo destino en manos del Estado al que se han atrevido a desafiar, uno de una forma egoísta y el otro desde un punto de vista social.
Los nombres de Goter y Moter parecen invocar personajes opuestos -- Goter suena a God o padre, es decir una mezcla de God y father, y Moter suena a madre o mother -- ; sin embargo, el sonido similar de los vocablos (diferentes solo por la letra inicial) y su posible significado apuntan hacia una unidad. En efecto, la obra está armada de tal manera que se llega a puntos en el que algunos comentarios de Moter deberían atribuirse a su "opuesto" y vice-versa. Goter y Moter vendrían representando una unidad dinámica social, un engranaje esencial de la historia cuya verdadera contraparte, o elemento de oposición, vendría siendo el Estado. Ese Estado que percibe a Goter y Moter como la masa enemiga a la cual es preciso aniquilar.
Luz negra es un paquete de emociones contradictorias bien manejadas. El nombre de la obra de por sí, ya plantea un choque de elementos opuestos. Pero en lo que más se destaca el clash emotivo es en el sentido del humor negro definido claramente por la idea, a la vez técnica y literaria, de las dos cabezas parlantes. Por ejemplo, en un momento Goter declara: "¡Ju! ¡Lindas cabezas tenemos ahora! Sobre todo, muy independientes…".
El final de la obra es un ejemplo del uso clásico del patetismo sin dar lugar a cursilerías: la salvación requiere amor, pero en las condiciones de Goter y Moter y por ende, en el mundo de Luz negra, esa propuesta es un total absurdo.
Fuentes: Menéndez Leal, Alvaro, Luz negra, Ministerio de Educación, Dirección de Publicaciones, Segunda edición, San Salvador, 1976.
Respuesta:
El título puede tener muchas interpretaciones por las que fue nominado así:
Explicación:
Como se trata de que es una obra crítica a la sociedad, como se vivía mucha inseguridad e injusticia hacia el pueblo más bien que es como un paquete de emociones contradictorias bien manejadas .