Respuestas
Explicación:
La Participación Ciudadana para la Vida Democrática
La participación es sin duda uno de los elementos constitutivos de la vida democrática. Una
democracia plena, supone una activa participación de las diversas expresiones de la ciudadanía
en la vida pública, la existencia de organizaciones sociales autónomas y el fortalecimiento del
tejido social.
El fortalecimiento de la democracia a través de la promoción de la participación ciudadana,
constituye un objetivo del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y un derecho ampliamente
desarrollado en la Constitución de la República. De ahí que el proceso de la Reforma Democrática
del Estado que impulsa el Gobierno Nacional busque el cambio de los modos cerrados de gestión
pública por modelos de cogestión, y la institucionalización de mecanismos permanentes de
participación pública que eleven la capacidad de incidencia y de control social sobre la acción
estatal.
Promover la participación en el Estado implica generar diversos grados de institucionalización
de la misma, favorecer la capacidad de organización colectiva de la sociedad y aumentar los
márgenes de poder de la sociedad para implicarse en la acción pública y generar los mecanismos
institucionales que aseguren el cumplimiento pleno del derecho a la participación a la sociedad
civil.
El presente analiza la participación en la gestión pública, a partir de dos pilares fundamentales:
la Reforma Democrática del Estado y el ciclo de políticas públicas. La participación integrada a
la Reforma del Estado debe promover la construcción de un Estado moderno, descentralizado y
profundamente democrático, para ello se requiere el rediseño y readecuación de las instituciones
políticas para favorecer la participación y la búsqueda de mecanismos institucionales que la
promuevan. Por su parte, la participación en el ciclo de políticas públicas implica la adecuación
de mecanismos participativos en todo el ciclo de la política: planificación, ejecución, seguimiento
y evaluación.
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1. La Participación Ciudadana en la Reforma Democrática del Estado:
La Reforma democrática del Estado tiene como una de sus aristas principales la búsqueda de
canales institucionales que profundicen la democracia y la participación en el Estado. En este
sentido, se requiere el rediseño y readecuación de las instituciones políticas, de los modos de
gestión pública para elevar la capacidad de incidencia ciudadana y de control popular de la acción
estatal y económica del país.
La Reforma Democrática del Estado contempla una amplia batería de dispositivos y mecanismos
participativos, la propuesta asume de modo realista que el rediseño institucional apenas abre el
cauce para el despliegue de las capacidades de participación ciudadana y que éstas adquirirán
diversas formas e intensidades según los espacios y territorios en que sea promovida.
En el Ecuador, la institucionalidad corporativa está concentrada, en lo fundamental, en cuatro
tipos de instituciones: consejos, institutos, comisiones y fondos. Existen además otros arreglos
institucionales en los que se encuentra dicha forma de representación. En total suman 72
instituciones estatales con tal tipo de configuración.
TIPO DE
INSTITUCIÓN PORCENTAJE
CONSEJOS
INSTITUTOS
COMISIONES
VARIOS
FONDOS
TOTAL
68,0 %
13,9 %
9,7 %
5,6 %
2,8 %
100,0 %
Trabajadores
26%
Instituciones corporativas
Capital
67%
Sociedad Civil
47%
En cuanto a la representación existente en estos espacios creados con mayor fuerza durante el
ciclo de reformas neoliberales en el Ecuador, es particular que los representantes de gremios y
organizaciones ligadas al capital están presentes en casi dos tercios de los arreglos corporativos
existentes (67%), aquellos que provienen de la sociedad civil actúan en el 47%, y los delegados
laborales apenas actúan en 26% de tales instituciones.
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Este breve panorama de la composición socio-política de los arreglos corporativos del Estado
ecuatoriano refleja, con claridad, un desequilibrio en la representación de específicos intereses
sociales. Los canales corporativos están mucho más influenciados por los gremios empresariales
que por los intereses de las diversas asociaciones civiles y de los trabajadores. La representación
de estos aparece, sobre todo, como excesivamente endeble dentro de los arreglos corporativos el
Estado ecuatoriano.
Los intereses representados en las instituciones estatales condicionan sus orientaciones
estructurales y moldean su proyecto histórico. Dichas instituciones no pueden ser vistas, entonces,
como meros espacios para la intermediación y la concertación de demandas sociales divergentes.
De ahí que, cualquier propuesta de democratización de la estructura estatal deberá tomar en
cuenta tales desequilibrios de representatividad e incluir aquellos intereses cuya ausencia ha
incidido en la estructuración de un Estado para pocos. corona plis