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Anualmente viajo a Sudáfrica y a pesar de ser un viaje caótico siempre llego finalmente a la cúspide de mi destino al cálido aunque caluroso lugar, me encanta llegar y contar el número de animales que logro visualizar y aunque se que son demasiados es un círculo de imágenes que no puedo dejar de mirar. Cordialmente saludo al célebre pueblo del lugar los cuales me permite conocer sus fantásticas costumbres y ademas como un regalo me permiten ir donde su intérprete para conocer que existe en mi futuro y en el más allá. al retornar a mi hogar no me queda más que agradecerles por tan épico recorrido y aunque desearía llevarme un pequeño rectángulo del lugar para estar allí a cada instante, me retiro lento pero con una sonrisa en el rostro aunque por interiormente mi corazón por 1 año más estará entristecido.