Respuestas
Adolescentes y jóvenes tienen derecho a obtener información básica y acceso a los recursos que les permita vivir una vida sexual y reproductiva satisfactoria. Reconocer que los varones tienen responsabilidades que deben atenderse. Entender que en las decisiones de las adolescentes y jóvenes acerca de temas de salud sexual y reproductiva influyen directamente sus padres, sus parejas y deben abordar la necesidad de empoderar a las mujeres para que tomen decisiones informadas.
Entender las prácticas sexuales y las diferencias de género puede aumentar la eficacia de los programas de intervención diseñados para reducir embarazo no deseado, ofrecer servicios integrales para la interrupción segura del embarazo en aquellas situaciones en que la adolescente no desea seguir adelante con su embarazo, en especial cuando éste es producto de violencia sexual e infecciones de transmisión sexual en adolescentes y jóvenes de ambos sexos. (16,17).
Al respecto, se discute en el Congreso chileno un proyecto de Ley que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales 1) Peligro de vida de la mujer embarazada 2) Inviabilidad fetal y 3) Violación, siendo esta ultima causal la más controversial.
Se deben concebir programas para adolescentes y jóvenes activos sexualmente, pero no unidos en pareja todavía, y que aspiran a impedir embarazos y reducir su exposición a la transmisión de infecciones de transmisión sexual. Estos programas deberían combinar la educación, sensibilización, consejería, pues probablemente encontrarán resistencia en las fuerzas socioculturales imperantes actualmente, y ofrecimiento de medios de regulación de la fecundidad. Los esfuerzos de los programas y de las intervenciones deberían estar focalizados en los grupos más vulnerables de la población, porque es allí donde los y las adolescentes y jóvenes suelen carecer de opciones vitales y oportunidades alternativas a los comportamientos reproductivos tempranos.
Los factores socioculturales y la perspectiva de género que influyen en las opiniones de los y las adolescentes y jóvenes acerca de la sexualidad, su acceso a la información y a los servicios de salud influyen en la salud sexual y reproductiva y en su bienestar, incluida su capacidad para protegerse de un embarazo no planificado o adquisición de infecciones de transmisión sexual.