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2
Juan se calló en la calle porque tenía los cordones desamarrados
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3
La buena Guardiana y El Lobo:
Un lobo merodeaba desde hacía varios días el bien provisto gallinero de una casa, sin conseguir acercarse para atrapar ni siquiera un gallo viejo con el que saciar el apetito.Quién lo impedía era la dueña, una mujer muy activa y trabajadora incansable que parecía estar en todas partes.
-Si el lobo intentaba acercarse de día, allí estaba el ama en la huerta regando las hortalizas, o en el propio gallinero dando de comer a las gallinas.Si pretendía hacerlo de noche, siempre veía a la mujer sentada en la sala delantera, frente a la lumbre, dedicada al bordado o a la costura.
-¡Alguna vez tendrá que dormir!- se dijo el lobo.
Y resuelto a esperar que tal cosa sucediera, se respaldó contra un tronco de un árbol que se erguía en los fondos de la casa, único lugar que la mujer vigilaba con menor frecuencia.Pero no había terminado de apoyar la espalda, cuando se encendió la luz del contrafrente y la guardiana se asomó gritando:
-¡Desiste de tu empeño y márchate, o morirás de hambre! ¡Nunca comen los ladrones en el gallinero de quien sabe guardar bien a sus gallinas!.
Moraleja: Quien ame lo suyo que bien lo defienda, porque siempre hay lobos rondando la hacienda.
Un lobo merodeaba desde hacía varios días el bien provisto gallinero de una casa, sin conseguir acercarse para atrapar ni siquiera un gallo viejo con el que saciar el apetito.Quién lo impedía era la dueña, una mujer muy activa y trabajadora incansable que parecía estar en todas partes.
-Si el lobo intentaba acercarse de día, allí estaba el ama en la huerta regando las hortalizas, o en el propio gallinero dando de comer a las gallinas.Si pretendía hacerlo de noche, siempre veía a la mujer sentada en la sala delantera, frente a la lumbre, dedicada al bordado o a la costura.
-¡Alguna vez tendrá que dormir!- se dijo el lobo.
Y resuelto a esperar que tal cosa sucediera, se respaldó contra un tronco de un árbol que se erguía en los fondos de la casa, único lugar que la mujer vigilaba con menor frecuencia.Pero no había terminado de apoyar la espalda, cuando se encendió la luz del contrafrente y la guardiana se asomó gritando:
-¡Desiste de tu empeño y márchate, o morirás de hambre! ¡Nunca comen los ladrones en el gallinero de quien sabe guardar bien a sus gallinas!.
Moraleja: Quien ame lo suyo que bien lo defienda, porque siempre hay lobos rondando la hacienda.
CoralB:
Hola espero que te ayude con tu tarea.Saludos :3
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