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La cigarra y la hormiga
Había una vez una hormiga que era muy trabajadora y una cigarra que era muy perezosa,Un día las dos se encontraron la hormiga muy trabajadora es taba llevando comida (hojas) a su hogar y la cigarra le dijo: ¿por trabajas tanto? si para el invierno falta mucho, la hormiga le contesto: si pero quiero estar muy preparada para esas décadas.
Al llegar el invierno la hormiga estando muy acurrucada en su sillón escuchaba unos toqui dos en la puerta era la cigarra pidiéndole ayuda: hormiga, hormiga ayúdame déjame entrar. Moraleja: debemos trabajar a tiempo para que no nos falte con que vivir en la adolescencia y el holgazán siempre se halla necesitado y menesteroso.
Moraleja: debemos trabajar a tiempo para que no nos falte con que vivir en la adolescencia y el holgazán siempre se halla necesitado y menesteroso.
Había una vez una hormiga que era muy trabajadora y una cigarra que era muy perezosa,Un día las dos se encontraron la hormiga muy trabajadora es taba llevando comida (hojas) a su hogar y la cigarra le dijo: ¿por trabajas tanto? si para el invierno falta mucho, la hormiga le contesto: si pero quiero estar muy preparada para esas décadas.
Al llegar el invierno la hormiga estando muy acurrucada en su sillón escuchaba unos toqui dos en la puerta era la cigarra pidiéndole ayuda: hormiga, hormiga ayúdame déjame entrar. Moraleja: debemos trabajar a tiempo para que no nos falte con que vivir en la adolescencia y el holgazán siempre se halla necesitado y menesteroso.
Moraleja: debemos trabajar a tiempo para que no nos falte con que vivir en la adolescencia y el holgazán siempre se halla necesitado y menesteroso.
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EL AGULA Y LA TORTUGA
Había una vez una tortuga que cansada de cargar su gran caparazón por la tierra, se lamentaba de su triste destino y de que nadie le había querido enseñar a volar.
En esos momentos vió un águila que paseaba por ahí y le suplicó que la levantase por los aires lo más alto que pudiera y le enseñase a volar, diciendo:
- ¡Quisiera volar por los cielos, como tú!
Entonces el águila ante tal pedido remontó a la tortuga por encima de las nubes.
Al verse a tal altura, la tortuga exclamó:
- ¡Qué envidia me tendrán ahora los animales que por el suelo caminan, al verme ahora volando entre las nubes! .
El aguila al escucharla se río de lo que decía la tortuga, para luego seguir volando y llevarla casi hasta las nubes donde le dijo a la tortuga que siga viviendo su destino con paciencia y que volar no podría, pero la tortuga seguia insistiendo que la soltara para que pudiera volar.
-Ya ves cómo se hace -dijo el águila - superando el rumor del viento - Ahora, vuela tú sola.
Y entonces el águila aflojó las garras, soltando a la tortuga.
Entonces la tortuga comenzó a caer rápidamente a la tierra sin que ella pudiera volar, haciéndose pedazos al caer a la tierra.
-¡Qué tonta esta tortuga! - dijo el águila mientras volaba y se alejaba - ella estuviera viva, si se hubiera contentado con disfrutar de la vida estando en la tierra.
Moraleja de la fábula de la Tortuga y el Águila:
A veces en la vida estamos inconformes con uno mismo, queremos superar nuestras limitaciones realizando cosas imposibles y riesgosas que quiebran todo razonamiento lógico. Por nuestra naturaleza debemos alcanzar nuestros sueños con cosas concretas y propias no tratando de imitar lo que otras personas hacen. Cada uno tenemos un don muy diferente a otras personas donde debemos sacar provecho de las cosas buenas que tenemos demostrando nuestras habilidades por muy limitados ó imposibilitados que nos encontremos fisicamente. Vive la vida sin complejos si tienes alguna limitación física, recuerda que mientras tienes vida puedes seguir siendo feliz, enfocándote en lo que puedes hacer!.
Había una vez una tortuga que cansada de cargar su gran caparazón por la tierra, se lamentaba de su triste destino y de que nadie le había querido enseñar a volar.
En esos momentos vió un águila que paseaba por ahí y le suplicó que la levantase por los aires lo más alto que pudiera y le enseñase a volar, diciendo:
- ¡Quisiera volar por los cielos, como tú!
Entonces el águila ante tal pedido remontó a la tortuga por encima de las nubes.
Al verse a tal altura, la tortuga exclamó:
- ¡Qué envidia me tendrán ahora los animales que por el suelo caminan, al verme ahora volando entre las nubes! .
El aguila al escucharla se río de lo que decía la tortuga, para luego seguir volando y llevarla casi hasta las nubes donde le dijo a la tortuga que siga viviendo su destino con paciencia y que volar no podría, pero la tortuga seguia insistiendo que la soltara para que pudiera volar.
-Ya ves cómo se hace -dijo el águila - superando el rumor del viento - Ahora, vuela tú sola.
Y entonces el águila aflojó las garras, soltando a la tortuga.
Entonces la tortuga comenzó a caer rápidamente a la tierra sin que ella pudiera volar, haciéndose pedazos al caer a la tierra.
-¡Qué tonta esta tortuga! - dijo el águila mientras volaba y se alejaba - ella estuviera viva, si se hubiera contentado con disfrutar de la vida estando en la tierra.
Moraleja de la fábula de la Tortuga y el Águila:
A veces en la vida estamos inconformes con uno mismo, queremos superar nuestras limitaciones realizando cosas imposibles y riesgosas que quiebran todo razonamiento lógico. Por nuestra naturaleza debemos alcanzar nuestros sueños con cosas concretas y propias no tratando de imitar lo que otras personas hacen. Cada uno tenemos un don muy diferente a otras personas donde debemos sacar provecho de las cosas buenas que tenemos demostrando nuestras habilidades por muy limitados ó imposibilitados que nos encontremos fisicamente. Vive la vida sin complejos si tienes alguna limitación física, recuerda que mientras tienes vida puedes seguir siendo feliz, enfocándote en lo que puedes hacer!.
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