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15
Y es que en ese vaso de agua no hay sólo moléculas de H2O. ... Las moléculas de H2O y de dióxido de carbono reaccionan entre ellas para formar ácido carbónico, haciendo que disminuya el pH del agua, y haciéndola así ligeramente más ácida. De ahí que adquiera un sabor más extraño al beber del mismo vaso por la mañana.
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8
cuando bebemos agua es solo el efecto posterior de algo más que hemos comido llegó a la palestra en la década de 1920. Décadas más tarde, fue apoyado por una serie de documentos de referencia por la psicóloga Linda Bartoshuk, de la Universidad de la Florida, cuyos experimentos sugirieron que incluso tu saliva tiene más sabor que el agua.
Durante milenios, los científicos han tratado de averiguar qué hay de cierto en esta teoría. Ahora, podríamos finalmente tener una respuesta: investigadores del Instituto de Tecnología de California han localizado lo que parece ser un sexto sentido en la lengua que evolucionó para percibir el agua. La lengua puede detectar varios nutrientes clave (sodio, azúcar o aminoácidos) a través del sabor, pero la forma en que sentimos el agua era desconocida hasta ahora.
Experimentos. Se conocía que muchas especies de insectos son capaces de saborear el agua, así que se suponía que los mamíferos también podrían tener un modo de detectarla. Según el estudio, publicado porNature Neuroscience, el equipo ha encontrado evidencia de receptores de sabor en la lengua de mamíferos, que parecen responder específicamente al agua potable. Trabajando con ratones, el equipo de Oka midió las respuestas eléctricas al agua pura de las células receptoras del gusto (TRCs) en la lengua y otros nutrientes.
En el 330 aC, Aristóteles declaró que el agua no tenía sabor propio, y que, de notar algo, se debía simplemente a que servía de vehículo para los sabores ingeridos anteriormente.
Los nervios respondieron a los cinco sabores básicos: dulce, amargo, ácido, salado y umami, pero también detectaron una señal en respuesta al agua.
Durante milenios, los científicos han tratado de averiguar qué hay de cierto en esta teoría. Ahora, podríamos finalmente tener una respuesta: investigadores del Instituto de Tecnología de California han localizado lo que parece ser un sexto sentido en la lengua que evolucionó para percibir el agua. La lengua puede detectar varios nutrientes clave (sodio, azúcar o aminoácidos) a través del sabor, pero la forma en que sentimos el agua era desconocida hasta ahora.
Experimentos. Se conocía que muchas especies de insectos son capaces de saborear el agua, así que se suponía que los mamíferos también podrían tener un modo de detectarla. Según el estudio, publicado porNature Neuroscience, el equipo ha encontrado evidencia de receptores de sabor en la lengua de mamíferos, que parecen responder específicamente al agua potable. Trabajando con ratones, el equipo de Oka midió las respuestas eléctricas al agua pura de las células receptoras del gusto (TRCs) en la lengua y otros nutrientes.
En el 330 aC, Aristóteles declaró que el agua no tenía sabor propio, y que, de notar algo, se debía simplemente a que servía de vehículo para los sabores ingeridos anteriormente.
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