Respuestas
El período entre 1910 y 1920 fue sentido en los Estados Unidos como de convulsión, cambio y crisis tanto a nivel nacional como internacional. Este fue un periodo de transición que se caracterizó por fuertes conflictos sociales. El crecimiento del Partido Socialista y de la IWW, las huelgas de Lawrence y de Paterson, la masacre de Ludlow, las oleadas inmigratorias, el movimiento antimonopolista y las exigencias de reformas políticas locales, se combinaban todos para generar la impresión de una profunda crisis de la sociedad estadounidense. La Revolución Rusa cuestionaba la existencia del capitalismo y convulsionaba a los trabajadores del mundo; la Primera Guerra Mundial hacía tambalear al Viejo Mundo en un mar de sangre y destrucción; y la Revolución Mexicana, en un país vecino, amenazaba con un contagio hacia zonas norteamericanas en las que vivían millones de personas de origen mexicano. El 21 de abril de 1914 la marina norteamericana ocupó Veracruz, matando a 126 mexicanos en el proceso. Al día siguiente, el 22 de abril, los guardias privados de las compañías mineras masacraron a los huelguistas de Ludlow, Colorado. ¿Veracruz y Ludlow fueron sólo coincidencias de la historia?
La intervención norteamericana en la Revolución Mexicana obedeció a una serie de factores. Para los norteamericanos, Estados Unidos tenía una responsabilidad de ampliar su autoridad sobre "pueblos semibárbaros" como el mexicano. Se trataba de salvaguardar las inversiones norteamericanas en México y al mismo tiempo extender y profundizar su influencia y dominación sobre ese país. Pero al mismo tiempo existía, en forma subyacente, una percepción de que la Revolución Mexicana implicaba un profundo peligro potencial para los Estados Unidos. Por un lado, existían aspectos obvios. Pancho Villa atacó el pueblo fronterizo de Columbus en marzo de 1916. A pesar de la expedición punitiva y del aumento de tropas en la frontera, más adelante Villa repitió su penetración del territorio norteamericano hasta llegar a adentrarse cerca de 500 km.