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Mientras continúa consolidándose la unión entre el Emperador e Isabel en 'Carlos V', el matrimonio de los Reyes de Inglaterra parece tener sus días contados. Así lo propaga Enrique VIII a los cuatro vientos sin poder esconder ni por un segundo la atracción que siente hacia Ana Bolena y que terminaría pagando demasiado cara. Catalina, por su parte, tendrá que enfrentarse a un juicio que pretende condenarla por no haber podido dar un heredero varón a la Corona, algo que se convierte en su perdición y que dará con sus huesos en el exilio más absoluto, separada incluso de su hija.
Tampoco nada impedirá la boda de Enrique VIII y Ana Bolena, al igual que ocurrió con el enlace de Carlos e Isabel en 'Carlos Rey Emperador', ni siquiera la separación del Reino de Inglaterra de la cristiandad para siempre, a consecuencia de los devaneos de su cabeza visible. La historia del país desde entonces estuvo marcada por la decisión del Rey, que dispuso sus nupcias a pesar de la opinión de Roma, pues el Papa se negó a concederle la nulidad de su matrimonio con la hija pequeña de los Reyes Católicos, entendiendo que su unión había sido consumada.
Mientras tanto, continúa el enfrentamiento entre 'Carlos Rey Emperador' y Francisco I de Francia, pues el último rompió el tratado que había firmado en las Españas en el mismo momento en el que se sintió a salvo tras haber cruzado la frontera. Tan solo su matrimonio con Leonor, la hermana de Carlos V, será lo que se salve de ese 'acuerdo' que Luisa de Saboya habrá de renegociar con Margarita de Habsburgo, ya que los Reyes no tienen ninguna intención de enfrentarse si no es en el campo de batalla. ¿Crees que las negociaciones llegarán a buen puerto?