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22
Según el filósofo Aristóteles, el alma es la organización del cuerpo vivo y esto es lo que la diferencia de un simple cadáver.
Así que un cuerpo con alma tiene la potencialidad de llevar a cabo las funciones vitales.
Concluyendo así que la actualización de esta potencialidad es la vida.
Platón por su lado expone que la facultad intelectiva está en el cerebro, la concupiscible en el corazón y la natural o nutritiva en el hígado.
En la psicología aristótelico-tomista, el alma intelectiva se conoce como la más perfecta y faculta a los animales que la poseen de entendimiento y voluntad.
Lo más característico del alma intelectiva es dotar a cualquier ser humano para actividades que no son capaces de hacer otros seres vivos: el conocimiento y la volición.
Se dice que el alma intelectiva es una substancia distinta del cuerpo y tiene una relación peculiar con el. Aunque las otras substancias espirituales no necesitan de cuerpo alguno para realizar plenamente sus actividades propias, esto no ocurre con el alma humana.
Así que un cuerpo con alma tiene la potencialidad de llevar a cabo las funciones vitales.
Concluyendo así que la actualización de esta potencialidad es la vida.
Platón por su lado expone que la facultad intelectiva está en el cerebro, la concupiscible en el corazón y la natural o nutritiva en el hígado.
En la psicología aristótelico-tomista, el alma intelectiva se conoce como la más perfecta y faculta a los animales que la poseen de entendimiento y voluntad.
Lo más característico del alma intelectiva es dotar a cualquier ser humano para actividades que no son capaces de hacer otros seres vivos: el conocimiento y la volición.
Se dice que el alma intelectiva es una substancia distinta del cuerpo y tiene una relación peculiar con el. Aunque las otras substancias espirituales no necesitan de cuerpo alguno para realizar plenamente sus actividades propias, esto no ocurre con el alma humana.
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13
La filosofía expone que existe un alma y un cuerpo, y que a su vez el alma consta de un alma intelectiva y un alma corporal (vegetativa). Durante mucho tiempo se ha planteado la posibilidad de la disociación de alma y cuerpo, aunque una es complementaria del otro.
De acuerdo a las enseñanzas filosóficas desde la antiguedad, el alma intelectiva corresponde al asiento de los conocimientos y la voluntad del hombre, y que engloba al alma corporal o vegetativa (asiento de las sensaciones). Esos mismos conocimientos llevan a considerar que el alma se basta por sí misma, no requieriendo del cuerpo para existir. Y esto ha sido en el transcurso de los años una polémica filosófica.
Aunque existe el pensamiento de que el alma intelectiva (etérea) es independiente del cuerpo (materia), aquella requiere de este para tomar los estímulos que le proporciona la realidad, procesarlos, y asimilarlos en el intelecto. Y además, la voluntad y el conocimiento sólo pueden efectuarse o expresarse mediante el cuerpo material.
Si nos vamos más allá de los conocimientos filosóficos y científicos, encontraremos que para los metafísicos la posibilidad de disociar alma y cuerpo existe, planteando los recorridos o viajes del alma en el plano astral. Pero también es una creencia, en términos teológicos, que se plantee que una vez muere el cuerpo material, el alma se separa y permanece viva.
De acuerdo a las enseñanzas filosóficas desde la antiguedad, el alma intelectiva corresponde al asiento de los conocimientos y la voluntad del hombre, y que engloba al alma corporal o vegetativa (asiento de las sensaciones). Esos mismos conocimientos llevan a considerar que el alma se basta por sí misma, no requieriendo del cuerpo para existir. Y esto ha sido en el transcurso de los años una polémica filosófica.
Aunque existe el pensamiento de que el alma intelectiva (etérea) es independiente del cuerpo (materia), aquella requiere de este para tomar los estímulos que le proporciona la realidad, procesarlos, y asimilarlos en el intelecto. Y además, la voluntad y el conocimiento sólo pueden efectuarse o expresarse mediante el cuerpo material.
Si nos vamos más allá de los conocimientos filosóficos y científicos, encontraremos que para los metafísicos la posibilidad de disociar alma y cuerpo existe, planteando los recorridos o viajes del alma en el plano astral. Pero también es una creencia, en términos teológicos, que se plantee que una vez muere el cuerpo material, el alma se separa y permanece viva.
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