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Había una vez un niño llamado Miguel Hidalgo y Costilla, que iba en una escuela llamada: Escuela Nacional de los Recursos Mexicanos, en esta escuela había una bandera de adorno para que se pudiera ver bonita.
El día 24 de Febrero Miguel se fijó en los colores de esa bandera y vio que tenía un color rojo fuerte como la sangre, también uno verde como la naturaleza y el blanco, como las camas blancas cómodas y esponjosas de la paz.
Así que el niño les fue a decir a los maestros la historia que había visto en la bandera, y los maestros sorprendidos se alegraron porque tuvo un gran pensamiento y decidieron ponerle un diez como nota en su examen de Historia.
Otro día un amigo de Miguel Hidalgo vio en la bandera una avestruz devorando a una serpiente encima de un nopal.
Miguel Hidalgo se acordó que al cumplir años le cantaban las mañanitas, así que se le ocurrió que le cantasen algo a la bandera el día 24 de Febrero, lo cual fue el día que el niño descubrió lo que se significaban los colores de la Bandera y les dijo a los maestros que se animaran y que cantaran también ellos a la bandera.
Años después Miguel Hidalgo se hizo mayor y se convirtió en un excelente presidente y poco a poco fue envejeciendo hasta que se le apagó su luz a los 90 años. Y gracias a él todos hoy en día respetamos a la Bandera.
FIN