Respuestas
La cuestión del papel del gobierno frente a los derechos individuales data desde el siglo XVII.
El concepto de derechos individuales surgió de la idea de que, como la razón es la característica principal de los seres humanos, todos los seres humanos tienen derecho a elegir sus propias autoridades y a crear sus propias leyes. Una pregunta básica, por lo tanto, es el papel legítimo y la autoridad del gobierno en el contexto de los derechos humanos.
En la Declaración de Independencia, los derechos de todas las personas se declaran vida, libertad y búsqueda de la felicidad.
Con respecto a la "vida" en un mundo de reyes, zares y emperadores, la vida del individuo había pertenecido en gran medida al gobernante.
En la República Romana y el Imperio Romano, la palabra "libertad" se refería a los privilegios de un ciudadano. Las revoluciones francesa y estadounidense afirmaron que lo que anteriormente habían sido los privilegios de los ciudadanos solos eran los derechos naturales de todas las personas (con la excepción, por supuesto, de los negros, chinos, nativos americanos y otros).
"La búsqueda de la felicidad" significaba la búsqueda de la autorrealización como ser humano: el derecho a vivir de acuerdo con las propias capacidades y a estar seguro y a gusto en las actividades cotidianas de uno.
El problema que surge en cualquier sociedad que profese los derechos humanos es cómo resolver los problemas que surgen cuando los derechos entran en conflicto. Una definición ampliamente aceptada de libertad es "el derecho de hacer lo que quiero siempre y cuando no interfiera con el derecho de otra persona". En cierto sentido, no es una mala definición. Reconoce que hay límites a los derechos de uno.
Pero cuando los derechos entran en conflicto, ¿quién debe arbitrar? ¿Quién debe decidir qué derecho tiene prioridad? A menos que esta responsabilidad recaiga en el gobierno en algún nivel, las soluciones se basarán en el poder absoluto
A la luz de la tendencia del gobierno a extralimitarse, la cuestión principal de su papel adecuado en el funcionamiento de la sociedad no debería ser cómo puede suministrar lo necesario para satisfacer las necesidades humanas básicas, sino cómo puede garantizar que se satisfagan las necesidades humanas básicas.