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Si bien es posible que sus hijos ya estén familiarizados con las sutilezas básicas, como decir "por favor" o cubrirse la boca al estornudar, el patio de la escuela eleva el listón de las expectativas de etiqueta. Los niños pasan aproximadamente un tercio de su día en la escuela, por lo que es importante que los modales no se queden en el camino cuando los padres se pierden de vista. Los buenos modales le dan al niño la confianza para enfrentar cualquier cosa y sentirse cómodo. También le permiten la oportunidad de enfocarse en la situación en cuestión, ya sea aprendiendo algo nuevo, escuchando al maestro o socializando con sus compañeros de clase.
Algunos buenos comportamientos que los niños deben adoptar en la escuela son:
Si bien las reglas varían según el maestro, ciertas maneras son las mismas independientemente de la configuración de la clase. Estos modales van más allá de los fundamentos de decir "por favor" y "gracias" a los demás. Al interactuar con los maestros, los niños deben:
· escuchar con atención
· levantar la mano antes de hablar durante las lecciones
· hacer contacto visual y ser educados al hablar.
· Los niños también deben tratar a sus compañeros bien escuchando cuando hablan
· respetando el espacio personal y la propiedad, y cubriéndose la boca cuando tosen.
· Respetar el aula, un espacio común destinado a ser disfrutado por todos, es otra forma de practicar buenos modales; los niños pueden hacer esto manteniendo la habitación ordenada, por ejemplo, colgando sus abrigos y volviendo a poner los libros en el estante.
Para todo lo que hay que hacer, hay cosas igualmente importantes que los niños deben cumplir: No mentir, no engañar, no gritar, no interrumpir, no burlarse de los demás por ser diferentes (en el vestir o el habla). Independientemente de las reglas específicas de la clase, es fundamental que los niños las sigan por respeto mutuo y de su maestro.