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La digestión de los rumiantes, como el ganado, depende de la anatomía de su aparato digestivo, principalmente de su estómago. El estomago de los rumiantes está dividido en 4 porciones, cada una de ellas cumpliendo una función determinada: a) Rumen (conocido como panza) ; b) Retículo, c) Omaso (libro) y d) Abomaso (cuajar, que es el utilizado en el proceso de cuajado del queso).
La alimentación de los rumiantes es basicamente de plantas y hierbas, cuyas hojas están constituidas por un alto contenido de celulosa. La celulosa es un carbohidrato complejo, que forma parte de la energía de reserva de los vegetales, y es de difícil digestión.
El ganado, gracias a la adaptación de su aparato digestivo y mediante el mecanismo de rumia (que les da el adjetivo de "rumiantes" al ganado) pueden regurgitar los alimentos parcialmente digeridos, que luego volverán a masticar y mezclar con su saliva, para tragarlos otra vez. La rumia es útil para poder fragmentar aún más los alimentos ricos en celulosa, disolverlos con la saliva, y hacerlos más fáciles de digerir y asimilar,para aprovechar el máximo contenido de nutrientes.
La alimentación de los rumiantes es basicamente de plantas y hierbas, cuyas hojas están constituidas por un alto contenido de celulosa. La celulosa es un carbohidrato complejo, que forma parte de la energía de reserva de los vegetales, y es de difícil digestión.
El ganado, gracias a la adaptación de su aparato digestivo y mediante el mecanismo de rumia (que les da el adjetivo de "rumiantes" al ganado) pueden regurgitar los alimentos parcialmente digeridos, que luego volverán a masticar y mezclar con su saliva, para tragarlos otra vez. La rumia es útil para poder fragmentar aún más los alimentos ricos en celulosa, disolverlos con la saliva, y hacerlos más fáciles de digerir y asimilar,para aprovechar el máximo contenido de nutrientes.
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