Hola
Me podéis hacer 2 historias,una sobre la asertividad y otra sobre la prudencia
ES PARA MAÑANA SI NO LAS ENTREGO ME SUSPENDEN
¡POR FAVOR!
Es de valores éticos
He puesto historia por q no encuentro valores éticos
Respuestas
ASERTIVIDAD
Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un sabio para que le dijiera que significaba su sueño. el sabio le dice “¡Qué desgracia, Mi Señor! Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad”, “¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! ¡Que le den 100 latigazos!”, gritó el Sultán enfurecido. Más tarde ordenó que le trajesen a otro sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: “¡ Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes”. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. El segundo sabio respondió: “Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.”
PRUDENCIA
Había una vez una vieja oveja que tenía siete ovejitas. Los quería mucho y como no quería que les pasase nada malo, siempre insistía cuando se iba a por comida que tuvieran mucho cuidado y no abrieran la puerta a nadie.
- No os fiéis de nadie. El lobo es muy astuto y es capaz de disfrazarse para engañaros. Si veis que tiene la voz ronca y la piel negra será él.
- ¡Síii mamá, tendremos cuidado!
En cuanto la oveja desapareció, apareció el lobo y llamó a la puerta
- ¿Quién es?, preguntaron los cabritillos
- Abridme hijos míos, soy vuestra madre.
Pero los pequeños recordaron el consejo de su madre y no se fiaron.
- Tu no eres nuestra madre. Nuestra madre tiene la voz suave y tu la tienes muy ronca.
El lobo se marchó enfadado por haber sido descubierto y fue directo a la tienda donde se compró un trozo de yeso para suavizar su voz. De nuevo volvió a la casa de los siete ovejitos.
- ¿Quién es?, preguntaron los ovejitos
- Soy yo, vuestra madre.
Esta vez su voz sonaba suave, así que los ovejitos no estaban seguros del todo. Entonces, vieron por la ventana que su pata era negra como el tizón y se dieron cuenta de que era el lobo.
- ¡Tu no eres nuestra madre, eres el lobo! Nuestra madre tiene las patas blancas.
El lobo volvió a marcharse malhumorado pensando en que esta vez lo conseguiría. Fue al molinero y le pidió que le pintase la patita con harina, y aunque al principio el molinero no se fió de él, le entró miedo y acabó accediendo.
De modo que el lobo volvió a llamar a la puerta.
- ¿Quién es?, preguntaron los ovejitos
- Soy yo, vuestra madre.
- Enséñanos la patita para que podamos verla
Al ver los ovejitos que su pata era blanca como la nieve creyeron que de verdad se trataba de su madre y le dejaron pasar. Pero cuando vieron que era el lobo, corrieron despavoridos a esconderse por todos los lugares de la casa. Uno se metió debajo de la cama, otro en el horno, otro en la cocina, otro en el armario, otro en el fregadero y el más pequeño en la caja del reloj.
El lobo fue encontrándolos y comiéndoselos uno por uno, excepto al más pequeño, al que no pudo encontrar.
Estaba tan harto de comer cuando terminó que se fue a tumbar debajo de un árbol y se quedó profundamente dormido.
Entretanto llegó mamá oveja y menudo susto se dio cuando vio que toda la casa estaba revuelta y no había ni rastro de sus hijos. Entonces la más pequeña la llamó desde la caja del reloj, su madre la sacó de su escondrijo y le contó lo ocurrido.
La vieja oveja cogió tijeras, aguja e hilo y fue con la ovejita en busca del malvado lobo. Cuando lo encontraron cogió las tijeras y le abrió la tripa al animal. De ahí salieron uno por uno sus seis ovejitos vivos.
Todos estaban muy contentos de estar sanos y salvos, pero la madre quiso darle al lobo su merecido y ordenó a los pequeños que fueran a por piedras.
Con astucia, logró la vieja oveja llenar al lobo el estómago de piedras sin que éste lo notara.
Cuando se despertó, tenía mucha sed y al acercarse al pozo para beber agua, el peso de las piedras hizo que se cayera dentro y se ahogara. Los ovejitos se acercaron al pozo y comenzaron a saltar y cantar en corro alrededor de él celebrando que volvían a estar los siete juntos
espero ayudarte