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Conversaba esa tarde con mi abuelo, me comportaba de manera irreverente, en algún momento de la conversación me hizo molestar, y al ser padre de mi madre recordaba eno.jado el carácter tan peculiar que ella también posee, sin más me dijo: “Eres idéntico a ella, no se puede conversar contigo de tal palo, tal astilla”.
- Caminaba tranquilamente por la tarde aquel día, me encontré con unos amigos de la familia de toda la vida "¡Cuánto has crecido, Juan!" me dijeron. Charlando sobre tantas cosas, inevitablemente les dije que me parecía mucho a mi padre, quien ya había fallecido hace algunos años, que por él he sido quien soy ahora, que de tal palo, tal astilla. Felices se contentaron de verme y me dieron un cálido abrazo de despedida.
- Caminaba tranquilamente por la tarde aquel día, me encontré con unos amigos de la familia de toda la vida "¡Cuánto has crecido, Juan!" me dijeron. Charlando sobre tantas cosas, inevitablemente les dije que me parecía mucho a mi padre, quien ya había fallecido hace algunos años, que por él he sido quien soy ahora, que de tal palo, tal astilla. Felices se contentaron de verme y me dieron un cálido abrazo de despedida.
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