Respuestas
Respuesta:
Calentamiento inadecuado o inexistente. Es muy importante subir la temperatura de tus músculos antes de empezar una sesión intensa de ejercicio. El aumento de flujo sanguíneo mejorará la oxigenación de los tejidos y evitará la rotura de fibras.
Falta de estiramientos antes y después del ejercicio. La elasticidad de los ligamentos y tendones se verá reforzada con los estiramientos y evitará la tensión excesiva en los tejidos.
Deshidratación. Para un adecuado metabolismo y utilización de las reservas el cuerpo debe estar hidratado. Debes beber 200ml cada 20 minutos de entrenamiento intenso. Si vas a participar en una prueba deportiva importante, como una maratón, habrás de beber medio litro durante las dos horas previas a la prueba, y al finalizar recuperar el peso que hayas perdido.
Alimentación inadecuada: obesidad o dietas restrictivas. Si tu peso no es el adecuado tanto por exceso como por defecto serás más propenso a sufrir lesiones. Si no ingieres suficientes hidratos de carbono no tendrás reservas suficientes y si te faltan minerales o vitaminas tu rendimiento será muy inferior. La falta de proteínas te producirá tensión muscular y riesgo de rotura de fibras.
Ausencia de reconocimientos médicos. Es imprescindible que conozcas antes de practicar un deporte si eres apto para el mismo. Si desconoces problemas cardíacos o respiratorios pueden sufrir síncopes o arritmias muy peligrosas para tu salud. No te la juegues.
Desconocimiento de la técnica. Entrena con un profesional que te enseñe bien las técnicas para no hacerte daño por forzar los músculos o las articulaciones.
Falta de concentración, o de actitud, desgana o despiste. Si vas corriendo o en bici pensando en otra cosa el riesgo de caídas es importante. Y si haces deporte sin ganas, o por obligación, no realizarás los movimientos correctos y te harás daño.
Causas ajenas al propio deportista:
Climatología adversa: lluvia, viento, frío o calor extremo. Vístete adecuadamente y no salgas a la calle a hacer deporte si hay avisos meteorológicos por climatología extrema.
Instalaciones deportivas en mal estado: suelo deslizante, aparatos sin revisiones…etc. Asegúrate de que las instalaciones son adecuadas y avisa de cualquier anomalía.
Material deportivo en mal estado: raquetas, palas, sticks…etc. Cambia el material estropeado, puede ser perjudicial.
Calzado inadecuado: falta de sujeción, rozaduras, ampollas, suela deslizante..etc. Comprueba que tus zapatillas se adecuan al tipo de actividad y que están en perfectas condiciones.
Ausencia de protecciones: cascos, cinchas, vendajes protectores…etc. Cada actividad exige un nivel de protección que debes conocer y utilizar para evitar accidentes.
Habrá lesiones que no puedas evitar. Bien porque sean fortuitas o bien porque la propia práctica deportiva produzca algún desgaste en tus tejidos. Para eliminar o minimizar el riesgo de las que sí son evitables pon de tu parte, observa y cumple las normas. No juegues con tu salud.
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