Respuestas
– El informe es bueno para que el cliente observe todo el esfuerzo que hacemos. Para que aprenda a valorar nuestro tiempo y para que vea cómo, a veces, obstaculiza nuestro trabajo.
– Es positivo también para nosotros, departamentos y agencias. Porque con él vemos qué se nos ha quedado en el tintero. Qué más podríamos haber hecho. Qué feedback hemos tenido. Es un repaso de nuestra diligencia profesional, nuestras capacidades y nuestros fallos.
– Los informes deben ser de dos tipos: de actividades y de cobertura. Así podrán compararse y comprobar la relación directa entre los recursos invertidos y los resultados obtenidos.
– Deben tener historia, presente y futuro. Es decir, partir de unos antecedentes, informar sobre lo que ocurre y advertir sobre las expectativas.
– Deben ser periódicos. Así vamos cumpliendo objetivos y tenemos tiempo de reacción y modificación. En principio no debería tener nada que ver un informe semanal con uno mensual o anual.
– Los informes han de incluir comentarios constructivos con nuestra opinión como expertos, ya que para eso también nos pagan.
– Los informes deben ser no sólo cuantitativos, sino también cualitativos. Es decir, es necesario atribuir valores a las diferentes variables que estamos analizando (actividades, cobertura, datos económicos, etc.) y trabajar con ellas. De este modo podremos observar la evolución de nuestro cliente desde que trabaja con nosotros.
Y por último, sólo queda decir que los informes, siempre, deben tratarse como una herramienta útil, por lo que han de ser fáciles de leer y de estudiar. Nada de párrafos farragosos ni de gráficos ilegibles. Texto claro, sencillo y conciso.