Respuestas
copla normal:
- A UNA PARTIDA
Acaso supo, a mi ver,
y por acierto quereros
quien tal yerro fue a hacer
como partirse de veros
donde os dejase de ver,
Imposible es que este tal
pensando que os conocía,
supiese lo que hacía
cuando su bien y su mal
junto os entregó en un día.
Acertó acaso a hacer
lo que si por conoceros
hiciera, no podía ser:
partirse y, con solo veros,
dejaros siempre de ver.
Cuando salí
En Tucumán:
Cuando salí de mi tierra
de nadie me despedí,
las piedras lloraron sangre
y el sol no quiso salir. (Juan Alfonso Carrizo)
En Santiago:
Cuando salí de mi pago
de nadie me despedí
sólo de los tristes montes
por donde llorando fuí. (Orestes Di Lullo)
En Cuyo:
Cuando salí de mi casa
muchas lágrimas lloré,
pero más lloró mi madre
cuando de ella me aparté. (Draghi Lucero)
En Jujuy:
Cuando salí de Abra Pampa
volví la cara llorando.
¡Adiós, adiós, tierra mía,
que lejos te vas quedando! (J.A.Carrizo)
Arriba
Con Chicha
Echá chicha María Juana
no me digas ¡manancancho!
aquí traigo rial y medio
para gastar en tu rancho
Mi garganta no es de palo
ni hechura de carpintero.
Si quieren que yo les cante
demén chichita primero
Arriba
Coplitas
Un ciego ha visto una liebre,
un rengo se la pilló,
y un desnudo que corría
al bolsillo se la hechó
Un ciego miraba atento
que una casa se quemaba;
un mudo gritaba: ¡fuego!
Y un cojo corría por agua
para apagar el incendio
Arriba
Juan Orozco
Había un vivo que se llamaba Juan Orozco. El decía que en todo le iba bien porque aplicaba los consejos que le dejara su padre (un pícaro de siete suelas) como herencia.
Yo me llamo Juan Orozco.
Mientras como , no conozco;
cuando acabo de comer
recién entro a conocer.
Mientras menos bocas
más nos toca.
De lo que comí y bebí
de eso vi;
de lo que dejé,
no sé.
Al que se muere lo entierran,
con tierra queda tapado,
olvida lo que ha tenido
y lo que ha pedido fiado.
Arriba
Dicen...
Que el salteño dice:
Si el sábado tengo plata
el domingo me la tomo,
el lunes duermo la siesta
y el martes ya pongo el lomo.
Que el catamarqueño dice:
Trabajar, ay, no me gusta,
a flojo, nadie me iguala;
para cantar la vidala
soy como tejido a pala.
Que el tucumano le dice al santiagueño:
Por los campos tucumanos
llevan preso a un santiagueño
porque ha encontrado bozal
antes que lo pierda el dueño.
El santiagueño responde:
Santiagueño soy señores,
de Santiago del Estero;
más vale ser santiagueño
que tucumano cuatrero.
Arriba
Vidalas
De Catamarca:
Yo soy así,
alegrito para otros,
triste para mi.
Ay, negrita
vos sos...
quiero y no puedo,
más vale me voy.
Ella triste y yo llorando.
De La Rioja:
Pobrecito mi mocito:
tiende ancho y duerme solito.
De Salta:
Y al tiempo de irme
no tengo dueño
pa' despedirme
No llorís Negra,
lloraré yo.
¡Río caudaloso
déjame pasar;
se ha muerto mi amante,
lo quiero velar!
De Santiago:
Los aires son libres,
soy dueño de amar.
Flor de mi sierra,
miel de mis bosques,
sol de mi tierra.
Hoy somos, mañana no.
De Tucumán:
Pobre mi suerte fatal:
yo me sentado a mirarla
debajo del sauzal.
Así es la vida,
hacen sus gustos,
después se olvidan.