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2 No sé ustedes, estimados tres lectores, pero últimamente, cada tercer día me quedo sin agua en mi casa. “Deja de caer”, me dicen los encargados de mantenimiento, como si del cielo se tratara. Desde hace tiempo que el agua llega por tandas a muchas colonias de la Ciudad de México y no se habla mucho del tema (aquí un artículo imperdible). Entonces los vecinos nos tenemos que organizar para comprar pipas de agua para llenar la cisterna común y tener agua otros tres o cuatro días más y volver al mismo ritual al poco tiempo.
No obstante, la Ciudad de México es solo una de las muchas ciudades con problemas graves de abasto de agua en el país. Desde Mexicali hasta Oaxaca enfrentamos un sinnúmero de problemas de suministro de agua, tanto en las ciudades como en el campo. En el centro y norte del país la situación es aún más grave: ciudades como La Paz, Aguascalientes, León y Querétaro presentan escenarios ya complicados.
Por el otro lado, los ciudadanos no somos muy conscientes del despilfarro que hacemos de este líquido. En principio porque no pagamos realmente su valor real –es ridículo lo que se paga por el costo del agua–; en segundo lugar porque creemos absurdamente que llega de forma mágica –como si cayera del cielo– a nuestras casas. No estamos suficientemente involucrados de la enorme inversión de infraestructura necesaria para suministrar agua en un territorio mayoritariamente árido (recomiendo revisar este reporte global del agua).
Respuesta: la de arriba te va a ayudar :v
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