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Lo primero que debe decidir el viticultor es el marco de plantación, es decir, la anchura de las calles y la distancia entre las cepas. Para decidir esta cuestión hay muchos factores que influyen, pero como no es el tema de este artículo y da para escribir un libro, lo dejamos para mejor ocasión. Una vez decidido esto hay que saber con exactitud cuál es el área de nuestra parcela.
Pongamos como ejemplo una hectárea (10.000 metros cuadrados) con un marco de plantación de 2,80 metros de ancho para las calles y 1,20 metros entre las cepas. Procedemos a multiplicar a 2,80 metros por 1,20 metros, que da un resultado de 3,36. este resultado es el cociente del área de la parcela.
Así pues, dividimos 10.000 metros entre 3,36 y el resultado es: 2976 cepas. Para acercarnos lo más posible a la realidad hay que restar del área la perdida por márgenes (orillos) o caminos interiores en la parcela en el caso de grandes plantaciones.
Sabiendo esto podemos ajustar al máximo los injertosde vid que necesitamos, lo que evita molestas devoluciones o quedarse sin planta cuando la máquina está haciendo la faena de plantación. En el siguiente cuadro tienen el cálculo para las distancias más habituales.