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Respuesta dada por:
5
Más allá de los graneros ciegos,
O en la novela sicológica, sigamos,
Reconozco la presencia de mi dios,
Ebrio de trementina y largos besos.
Lejos de las residencias cenan dientes secos,
Objeciones salvo karaokes gráficos,
Sin ceder los sujetos al filo de los segundos.
O en la novela sicológica, sigamos,
Reconozco la presencia de mi dios,
Ebrio de trementina y largos besos.
Lejos de las residencias cenan dientes secos,
Objeciones salvo karaokes gráficos,
Sin ceder los sujetos al filo de los segundos.
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