Respuestas
Los padres eran verdaderos instructores que inculcaban ideas a sus hijos acerca del mundo, la religión y el comportamiento correcto hacia los demás y hacia las deidades. Por lo general, se heredaba la profesión del padre.
Ahora bien, la educación en el Antiguo Egipto variaba según el rango social al que se perteneciese. El Faraón era el único que no ejercía de tutor con sus hijos pues encomendaba esta tarea a tutores reales. Los hijos de éstos eran quienes tenían más facilidades en cuanto a la escolarización y también aprendían los oficios de sus padres.
Los adinerados tenían privilegios, pues los príncipes y princesas aprendían literatura, matemáticas, escritura y gramática. Sin embargo, los hijos de los agricultores y pescadores tenían accesos limitados a la educación y más bien aprendían a cultivar, recolectar y pescar junto a sus padres como hemos señalado al principio.
Los hijos de los escultores y pintores sí tenían un mayor acceso a la educación ya que podían convertir textos escritos en papiros y jeroglíficos que se inscribían en las estatuas y esto es una tarea que requería de ciertos conocimientos. Por tanto, los escultores y los pintores tenían que dominar la lectura y la escritura