Respuestas
La búsqueda del origen del hombre no es una tarea sencilla ya que la imagen que se tiene de épocas tan pretéritas es muy borrosa y puesto que se conoce el resultado final, cualquier vestigio que se encuentre parecerá una clara evidencia de lo que se busca. A medida que se hacen más hallazgos crece el escepticismo sobre cualquier reconstrucción de la evolución del hombre y las dificultades a superar son cada vez más enormes; sin embargo, gracias a la colaboración de geólogos, biólogos moleculares, zoólogos, ecólogos, físicos y químicos, el conocimiento de la evolución humana ha progresado bastante. No obstante, puesto que la tarea principal de este apartado es mostrar los logros de los ancestros del hombre que impliquen un desarrollo técnico, sólo se hará una breve descripción del proceso evolutivo.
De lo que hasta el momento se tiene cierta certeza es que Africa fue el lugar del nacimiento de la humanidad; incluso las pruebas genéticas y el registro fósil confirman esta idea (2). Según los paleoantropólogos el período en que los grandes antropoides se dividieron en especies asiáticas y africanas fue el Mioceno medio (hace unos 16 millones de años) y aunque casi no se dispone de una representación fósil de los hominoideos africanos para la mayor parte de este período, el registro molecular indica una división, en el Mioceno superior, de los primeros gorilas y, a continuación, de los chimpancés y los homínidos entre hace 6 a 10 millones de años.
Un aspecto importante que diferencia al hombre de las otras especies es su postura erguida. Descubrimientos de fósiles en Kenia atribuidos a una especie (la más antigua de Australopithecus conocida) llamada Australophitecus anamensis han colocado el comienzo de esta característica en un período comprendido entre hace 4.2 y 3.6 millones de años (4). Los restos de A. anamensis muestran un gran parecido con los restos de Australopithecus afarensis, especie mucho mejor conocida y que se remonta entre hace 3.9 y 3 millones de años. Los fósiles de A. afarensis muestran que esta especie era definitivamente bípeda. Según las proporciones de los huesos de la mano y la forma de las articulaciones, sus manipulaciones debían ser más precisas que las de los chimpancés actuales; no obstante, no se han encontrado guijarros modificados, asociados con esta especie, que pudieran servir de útiles