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Es una figura que ha fascinado a muchas generaciones y aún hoy lo sigue haciendo. La archiduquesa María Antonieta de Austria ha pasado a ser un icono popular a la altura de Marilyn Monroe o Diana de Gales, mujeres que por uno y otro motivo fueron tan amadas como odiadas, tan admiradas como controvertidas, siempre apasionadas, y cuyas muertes, prematuras y violentas, no hicieron más que acrecentar su leyenda. En el caso de María Antonieta, han quedado para la Historia su boda, a los 14 años, con el entonces delfín y futuro Luis XVI de Francia; su belleza, su carácter frívolo y mimado, sus costosos caprichos en Versalles, pero también su paso por la guillotina y su cabeza rodando por la Plaza de la Concordia en París. Sofia Coppola inmortalizó la vida de la joven Reina de Francia en una película.
Como suele ocurrir en estos casos, hay numerosos fans en todo el mundo dispuestos a todo por hacerse con un recuerdo que en su día perteneciera a su admirada María Antonieta. Así, en 2004 su bañera fue vendida en una subasta en Cambridge y regresó a Francia; en 2007 salió a subasta su famoso collar de perlas y rubíes y en 2012 unos zapatos de seda fueron adquiridos por 50.000 euros. El pasado martes, la sala Christie's de París celebró una venta especial centrada en la colección de María Antonieta, con muchos objetos que le pertenecieron y cuyo montante total fue de 659.238 euros.
Entre los lotes a la venta, una acuarela pintada por la archiduquesa: un «Paisaje con posada», que incorpora una nota manuscrita en alemán, fechada el 24 de diciembre de 1865, en la que se explica que fue un regalo de la archiduquesa María Antonieta de Austria a la condesa Teresa von Schönborn, una antigua dama de palacio. La acuarela fue donada a su médico, el Dr. Jacob Helm. La obra ha sido vendida por 8.125 euros. Es bien conocida la pasión de María Antonieta por las artes (el teatro, la música, la pintura), a las que daba rienda suelta en su particular paraíso: el Petit Trianon de Versalles.Pero la subasta de Christie's atesoraba una colección de 120 piezas de todo tipo, muchas de las cuales no habían estado nunca en el mercado. Entre ellos, pinturas de los artistas más célebres de la época, como Maurice Quentin de La Tour, Pierre-Philippe Thomire, Richard Mique y Claude-Louis du Chatelet. También, numerosas curiosidades, como un neceser de viaje, con todo tipo de accesorios de belleza en su interior. Fue regalado por la Reina a Madame Augié de Lascans, una de sus damas más cercanas. Se remató en 49.500 euros.