Respuestas
Toda acción (causa) tiene consecuencias (efecto), y cuando eres tú el que elige las acciones que tomas en tu vida también eres tú el único responsable de los resultados que obtienes. Si las cosas salen bien es muy fácil darse palmaditas en el pecho y decir “qué listo soy”. Sin embargo, si la situación se tuerce, a nadie le gusta dar la cara y reconocer que se ha equivocado.
Piensa, por ejemplo, en dos de los problemas más graves que afectan a la sociedad española hoy en día: el desempleo y los desahucios. Jamás escucharás a alguien decir que no tiene trabajo porque se equivocó yendo a la universidad o porque no es capaz de aportar suficiente valor a ninguna empresa, o a alguien reconocer que se merece que el banco le quite la casa porque firmó una hipoteca que no podía permitirse con la intención de especular y le salió mal la jugada.
En realidad todos queremos ser libres, pero sin aceptar la responsabilidad que la libertad conlleva. El problema es que eso es imposible, porque libertad y responsabilidad son inseparables. No puedes tener la una sin la otra. Como dijo elPakoP en el comentario que dejó en mi último post:
“Cuanto más libre es alguien, en igual medida es más responsable de lo que pasa en su vida. Alguien totalmente libre es totalmente responsable de lo que le acontece.”