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Los gatos son animales pacíficos que podemos tener en casa como mascota sin problema. Ahora bien, cuando hemos de viajar o desplazarnos con ellos, la cosa cambia porque sufren algo de estrés. El gato está acostumbrado a su hábitat, pues son animales de costumbre y sacarlos de su ambiente es una buena faena, ya que no les gusta nada y suelen ponerse algo nerviosos.
Seguro que por el simple hecho de llevarlo al veterinario, ya has podido comprobar esta no grata experiencia, pues suelen maullar bastante al no saber dónde se encuentran y no dominar la situación.
Si nos desplazamos en coche, podemos comprar una jaula algo grande (sí, es un engorro…) pero el gato estará más cómodo que en otro sitio. Deberás situar en la jaula sus juguetes o bien algo que le resulte familiar y le recuerde a ti o a su hábitat para que se sienta algo más seguro.
Deberemos llevar también algo de comida y agua, (con alguna latita será suficiente para el camino) así como una cajita con arena donde el gato haga sus necesidades. Si no, lo hará en cualquier lugar y será mucho peor. Deberemos hacer algunas paradas para que el gato no se vaya a estresar demasiado, y pueda hacer tranquilamente sus necesidades. Si está más tranquilo, con el estrés que ha pasado, seguro que se duerme.
Si no desplazas en coche, es decir vas en tren o en avión, vas a necesitar una jaula de plástico algo más pequeña. Pregunta si el gato va a viajar en el área de carga del avión o bien junto a ti, pues el gato va a estar más seguro. Acuérdate de llevar el carnet de tu gato a punto, la identificación y los documentos necesarios (vacunas, enfermedades…) del veterinario para que todo esté en regla, pues te lo van a pedir y además es necesario por si le pasa algo o se pierde.
No se aconseja desplazarse con gatos que acaban de ser operados, recién vacunados o con alguna enfermedad. Pregunta siempre a tu veterinario sobre los riesgos que suponen el viaje para tu gato y qué se puede hacer para mejorar su malestar.
Seguro que por el simple hecho de llevarlo al veterinario, ya has podido comprobar esta no grata experiencia, pues suelen maullar bastante al no saber dónde se encuentran y no dominar la situación.
Si nos desplazamos en coche, podemos comprar una jaula algo grande (sí, es un engorro…) pero el gato estará más cómodo que en otro sitio. Deberás situar en la jaula sus juguetes o bien algo que le resulte familiar y le recuerde a ti o a su hábitat para que se sienta algo más seguro.
Deberemos llevar también algo de comida y agua, (con alguna latita será suficiente para el camino) así como una cajita con arena donde el gato haga sus necesidades. Si no, lo hará en cualquier lugar y será mucho peor. Deberemos hacer algunas paradas para que el gato no se vaya a estresar demasiado, y pueda hacer tranquilamente sus necesidades. Si está más tranquilo, con el estrés que ha pasado, seguro que se duerme.
Si no desplazas en coche, es decir vas en tren o en avión, vas a necesitar una jaula de plástico algo más pequeña. Pregunta si el gato va a viajar en el área de carga del avión o bien junto a ti, pues el gato va a estar más seguro. Acuérdate de llevar el carnet de tu gato a punto, la identificación y los documentos necesarios (vacunas, enfermedades…) del veterinario para que todo esté en regla, pues te lo van a pedir y además es necesario por si le pasa algo o se pierde.
No se aconseja desplazarse con gatos que acaban de ser operados, recién vacunados o con alguna enfermedad. Pregunta siempre a tu veterinario sobre los riesgos que suponen el viaje para tu gato y qué se puede hacer para mejorar su malestar.
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Los gatos emplean cuatro formas distintas para desplazarse – paso, trote y galope (en común con otros mamíferos) más el deslizarse sigilosamente en posición baja (para la cual en Español no existe una palabra descriptiva adecuada ¿!)
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