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espero que te sirba :)
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Mi planta de naranja‐lima” es un libro sobre la ternura, el amor y la inocencia y representa el dolor de crecer. Vasconcelos escribe que cualquier cosa distinta de la ternura no merece la pena. El resultado es de una coherencia aplastante ante la que sólo cabe rendirse. Estos aspectos en cada una de sus páginas del libro, son lo que hacen que realmente éste sea un libro bellísimo y recomendable.
Vasconcelos logra que el lector se introduzca en la historia sintiendo y viviendo junto a su protagonista, Zezé, disfrutando de una manera realmente única. El retrato que logra hacer de la pobreza es magistral. El libro desprende un gran olor y sabor popular reflejado en el vocabulario.
El propio libro se convierte en un libro‐mensaje rebosante de colores, ruidos, olores, sentimientos, emociones, donde es imposible avanzar en su lectura sin emocionarte. Disfrazados tras los colores, los olores, los ruidos,... encontramos un gran lirismo, por eso Vasconcelos sin quererlo tal vez, se convierte en poeta lírico más que dramático. Todo este compendio de emociones al igual que ese juego sutil con el diálogo, logran llegar directamente al corazón del lector.
Me resultó sorprendente y magistral la forma en que utiliza la anécdota desarrollada tanto por la acción como por el diálogo directo, simple, concreto,...que aparecen constantemente en todas sus páginas.
Destacaría el gran deseo que hay de contar en todas y cada una de sus páginas, el profundo espíritu de la observación, el diálogo sutil y subyacente con el lector, la abundancia de ideas, la acumulación de detalles físicos y psicológicos, la fidelidad al habla y a los modismos de su tierra y la importancia que se le da a la música a través de su protagonista: Zezé.
Sus personajes se desenvuelven con la misma naturalidad con la que se desenvuelve su autor en la vida real, inmersa en un paisaje en constante cambio. Un paisaje que logra recrear excelentes escenarios de la realidad misma. La elección de los paisajes es muy sutil y fecunda porque sirven de escenarios para una nueva aventura.
Todas sus páginas desprenden un gran olor a naturaleza, un deseo de viajar
Realmente me ha parecido un libro bellísimo, tierno y sobre todo un manantial de ternura, un arroyo de emociones entremezcladas de las que emanan una multitud de sensaciones y emociones. Los recuerdos de una vida que conservan el sabor amargo, nostálgico afloran del pasado pero que pese a ello brinda esbozos de alegrías.
Imposible no emocionarse. Es uno de los libros más maravillosos y tiernos que he leído. He descubierto que existe una segunda parte de Mi planta de Naranja Lima.
Se titula Vamos a Calentar el Sol. Es una novela cargada de lirismo, trazado con gran sensibilidad, agilidad y una sencillez estilista desbordante, que atrapa al lector y la convierte en un libro, como pocos, para todos los públicos”. El libro rebosa por todas sus páginas una gran carga emotiva lo que provoca en el lector una sensación de dolor compartido, de ternura, de pena,..... Esta mezcla de sentimientos, sensaciones y emociones hacen que la lectura te atrape desde la primera página hasta la
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