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Al enfrentarse a una caída grave lo mejor es evaluar la reacción de la persona y en función de ellos se decide si es seguro moverlo o buscar atención médica inmediata.
Una caída grave puede tener muchas implicaciones, desde fractura hasta hemorragia interna, por lo que si la persona que sufre la caída esta inconsciente; tiene laceraciones en la cabeza, cuello, espalda o cadera; no respira o tiene dificultades para hacerlo o presenta convulsiones, debe evitarse a toda costa moverlo, debido a que es posible agravar la situación. Lo recomendable es llamar a emergencia, ya que los paramédicos tienen las herramientas y el conocimiento necesario para saber cómo movilizar correctamente a la persona. Hay casos en que la resucitación cardiopulmonar va a ser necesario.
Normalmente los paramédicos le realizarán a la víctima permeabilización de las vías respiratorias, evitando flexionar la columna cervical, estabilización manual de ésta última las rodillas o desplazando la mandíbula hacia delante o tirándola por los diente, para luego colocar collarín para asegurar la columna cervical o intubar sin flexionar la cabeza, todo en función de la gravedad de la caída y el estado de la persona.