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Los hábitos saludables al practicar baloncesto de manera profesional deben centrarse en una buena alimentación, estiramiento y flexibilidad, y práctica deportiva constante.
Al practicar un deporte de forma profesional se le exige mucho al cuerpo y a la mente, en especial un deporte que implica tanto impacto cardiopulmonar y muscular como el baloncesto. Por esa razón, el entrenamiento constante y medido es fundamental para la mejora de la técnica y la capacidad pulmonar; tener un horario y programa de entrenamiento permite crear focos de desarrollo muscular y pulmonar que van avanzando a medida que se dedica tiempo al deporte. El segundo eje es el estiramiento y la flexibilidad, no se puede dar por sentado el estiramiento para la fortaleza del músculo, así como para evitar una lesión, por lo que es sumamente importante dedicar tiempo y tener sesiones exclusivas para el estiramiento y el desarrollo de flexibilidad.
Por último pero no menos importante es la alimentación, lo que implica un plan alimenticio que supla la cantidad adecuada de calorías a un cuerpo que está acostumbrado a quemar una gran cantidad, de manera que no haya fatiga ni pérdida de masa muscular, pero manteniendo el equilibrio para no ingerir grasa de más. Es por eso que la dieta debe ser alta en proteínas, carbohidratos y vegetales, en cantidades considerables que le den al cuerpo el combustible necesario para estar a la altura de la exigencia del deporte, además de fortalecer los músculos y favorecer a la tonificación del cuerpo.