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El Rosario es como una protección, una barrera, y también es una corona de estrellas, pero sobretodo es para pedir y ser escuchados lo más rápido posible, y de la mejor forma. Para eso se reza El Rosario.
Cuanto más recéis mejor, pero hay que pedirlo de corazón, y rezar El Rosario de corazón. Si no, no tiene efecto.
Todo se tiene que hacer así, Igual. Si estás rezando una poesía y no la sientes de corazón, la dices de corazón, es como si leyeras sin ton ni son. No tiene sentido, no tiene fuerza, no trasmite. Y con El Rosario pasa igual.
Si no reza el corazón no puedes transmitir, y no pueden escucharte arriba, porque no se transmite.
El Rosario es igual a la hora que lo reces, lo importante es que lo reces con el corazón, y si un día lo tienes que rezar un poco más tarde, no pasa nada. Dios sabe muy bien el por qué, y Yo no creo que Dios te vaya a castigar por eso, “no sería un Dios”.