Una historia q traiga las palabras diamante,labron,periodico,television ,reloj,ambulancia,boletin,vals,revelde,billete,refran,y q trhaiga dialogo
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6
El Ladrón Herido.
Érase una vez, en una ciudad muy poblada, un ladrón famosísimo de nombre Mario. Este había soñado con un día, ser el primer hombre en robar el Banco Central, puesto que era enorme y jamás había existido indicios de que alguna persona se atreviera a robarlo.
Otra de las motivaciones que tenía Mario, era el hecho de que en la bóveda principal del banco, yacía un enorme diamante avaluado en 150 millones de dólares. El billete que podía conseguir, poco o nada representaban alado de esta enorme joya, hermosa y pura, codiciada y deseada por muchos.
En la televisión, el periódico, la radio, por todos los medios habidos y por haber, se había corrido la voz de cómo este diamante representaba un orgullo para la nación.
Mario le echó un vistazo a su reloj, eran las 7 de la noche, un jueves apagado y silencioso en la ciudad. El boletín matutino había anunciado que a partir de las 4 de la tarde, toda entidad pública y privada, debía permanecer cerrada puesto que en el Palacio de Justicia de la ciudad, se celebraría la quinceañera de la primogénita del Presidente. Sería una algarabía tremenda, con muchísima comida y bebida, y un vals lleno emoción y amor, puesto toda el pueblo amaba a su dirigente, y el que su primogénita cumpla años era motivo de alegría para todos.
Llegada la hora, El rebelde ladrón se inmiscuyó dentro del Banco, siendo muy profesional en lo que hacía, robó el diamante, y en su lugar dejo una nota con un refrán muy interesante:
'Honradez es trabajar, y ni mucho ni poco robar'.
Érase una vez, en una ciudad muy poblada, un ladrón famosísimo de nombre Mario. Este había soñado con un día, ser el primer hombre en robar el Banco Central, puesto que era enorme y jamás había existido indicios de que alguna persona se atreviera a robarlo.
Otra de las motivaciones que tenía Mario, era el hecho de que en la bóveda principal del banco, yacía un enorme diamante avaluado en 150 millones de dólares. El billete que podía conseguir, poco o nada representaban alado de esta enorme joya, hermosa y pura, codiciada y deseada por muchos.
En la televisión, el periódico, la radio, por todos los medios habidos y por haber, se había corrido la voz de cómo este diamante representaba un orgullo para la nación.
Mario le echó un vistazo a su reloj, eran las 7 de la noche, un jueves apagado y silencioso en la ciudad. El boletín matutino había anunciado que a partir de las 4 de la tarde, toda entidad pública y privada, debía permanecer cerrada puesto que en el Palacio de Justicia de la ciudad, se celebraría la quinceañera de la primogénita del Presidente. Sería una algarabía tremenda, con muchísima comida y bebida, y un vals lleno emoción y amor, puesto toda el pueblo amaba a su dirigente, y el que su primogénita cumpla años era motivo de alegría para todos.
Llegada la hora, El rebelde ladrón se inmiscuyó dentro del Banco, siendo muy profesional en lo que hacía, robó el diamante, y en su lugar dejo una nota con un refrán muy interesante:
'Honradez es trabajar, y ni mucho ni poco robar'.
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