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La publicidad de antiácidos nos invita a disfrutar tranquilos de las comidas abundantes y bien condimentadas, ya que bastará una pastillita después de cada comida para evitar el posterior malestar. Sin embargo, como con todo medicamento, lo aconsejable es tener una buena razón para tomarlos, no exagerar y estar alertas respecto de la aparición de síntomas mayores.
Un estudio reciente afirma que tomar antiácidos durante más de un año en forma continua puede elevar el riesgo de sufrir fractura de cadera en personas de más de 50 años.
El estudio apunta que cuando las drogas reducen el ácido en el estómago, también dificultan la absorción de calcio por el organismo, lo que puede debilitar los huesos, que se fracturan con mayor facilidad.
Un estudio anterior, de médicos holandeses, ya había planteado otros riesgos en el consumo de antiácidos. Se señaló que al inhibir las secreciones ácidas en el estómago, provocan un aumento de la vulnerabilidad a otros tipos de infección, ya esta acidez es un proceso de defensa contra agentes patógenos presentes en los alimentos que han sido ingeridos.
Acidez
Un ardor en el estómago, gases, eructos y reflujo son los síntomas de la acidez estomacal, una de las causas más frecuentes de consulta al gastroenterólogo.
Se calcula que cerca de 25% de la población toma antiácidos al menos una o dos veces al mes, y millones de personas sufren de acidez intermitente. La mayor parte de las veces ésta no representa una afección médica seria, pero siempre es fuente de incomodidad, distracción y hasta perturbación del sueño.
La oferta para combatirla es abundante y ante el riesgo de afectar la calidad de vida de la persona, lo mejor es recurrir a un buen remedio para esta afección. Sin embargo, hay que preocuparse cuando se experimentan síntomas de "alarma".
Si tiene dificultades para tragar, una sensación de ardor en el esófago al tragar, si experimenta atoros por la noche, tiene tos frecuente nocturna o deposiciones oscuras, lo mejor es consultar a un especialista, ya que puede tratarse de un problema de reflujo.
Medicamentos
Los antiácidos son medicamentos que neutralizan el ácido clorhídrico por reacción química en el estómago y son fundamentalmente de dos tipos: los sistémicos, que pueden tener efecto rebote, y los no sistémicos, que presentan una acción más lenta y prolongada en la que se descarta prácticamente el efecto rebote de los primeros.
El beneficio del antiácido es que funciona inmediatamente. No hay que esperar a que el cuerpo lo absorba...pero la mala noticia es que el efecto dura poco y se puede terminar con una acidez recurrente que obligue a tomar antiácidos con más frecuencia.
Cuando esta medicación no es suficiente será necesario recurrir a otros de prescripción médica. Las opciones son bloqueadores H2 potentes o, con más frecuencia, la clase de los inhibidores de la bomba de protones, los cuales son muy potentes y eficaces para tratar el reflujo, pero alteran otras funciones del organismo.
Cómo evitar la acidez naturalmente
El primer consejo es tener siempre una buena razón para tomar fármacos contra la acidez estomacal, y no tomarlo como una costumbre.
Ciertos cambios en el estilo de vida parecen la forma más sana para luchar contra la acidez. Se aconseja evitar los alimentos que pueden relajar la pequeña válvula que se encuentra en el extremo del esófago que impide que el ácido se devuelva a través del denominado esfínter esofágico inferior.
Estos son la menta, el chocolate, las nueces, la cafeína, las bebidas de alta gradación alcohólica, las gaseosas y los alimentos muy grasos.
Muchas veces el reflujo se presenta por la noche, por lo que la elevación de la cabecera de la cama puede ayudar a evitarlo. Finalmente, se aconseja no comer nada tres a cuatro horas antes de acostarse, porque la ingestión de alimentos ocasiona una elevación transitoria en la secreción de ácido.
Un estudio reciente afirma que tomar antiácidos durante más de un año en forma continua puede elevar el riesgo de sufrir fractura de cadera en personas de más de 50 años.
El estudio apunta que cuando las drogas reducen el ácido en el estómago, también dificultan la absorción de calcio por el organismo, lo que puede debilitar los huesos, que se fracturan con mayor facilidad.
Un estudio anterior, de médicos holandeses, ya había planteado otros riesgos en el consumo de antiácidos. Se señaló que al inhibir las secreciones ácidas en el estómago, provocan un aumento de la vulnerabilidad a otros tipos de infección, ya esta acidez es un proceso de defensa contra agentes patógenos presentes en los alimentos que han sido ingeridos.
Acidez
Un ardor en el estómago, gases, eructos y reflujo son los síntomas de la acidez estomacal, una de las causas más frecuentes de consulta al gastroenterólogo.
Se calcula que cerca de 25% de la población toma antiácidos al menos una o dos veces al mes, y millones de personas sufren de acidez intermitente. La mayor parte de las veces ésta no representa una afección médica seria, pero siempre es fuente de incomodidad, distracción y hasta perturbación del sueño.
La oferta para combatirla es abundante y ante el riesgo de afectar la calidad de vida de la persona, lo mejor es recurrir a un buen remedio para esta afección. Sin embargo, hay que preocuparse cuando se experimentan síntomas de "alarma".
Si tiene dificultades para tragar, una sensación de ardor en el esófago al tragar, si experimenta atoros por la noche, tiene tos frecuente nocturna o deposiciones oscuras, lo mejor es consultar a un especialista, ya que puede tratarse de un problema de reflujo.
Medicamentos
Los antiácidos son medicamentos que neutralizan el ácido clorhídrico por reacción química en el estómago y son fundamentalmente de dos tipos: los sistémicos, que pueden tener efecto rebote, y los no sistémicos, que presentan una acción más lenta y prolongada en la que se descarta prácticamente el efecto rebote de los primeros.
El beneficio del antiácido es que funciona inmediatamente. No hay que esperar a que el cuerpo lo absorba...pero la mala noticia es que el efecto dura poco y se puede terminar con una acidez recurrente que obligue a tomar antiácidos con más frecuencia.
Cuando esta medicación no es suficiente será necesario recurrir a otros de prescripción médica. Las opciones son bloqueadores H2 potentes o, con más frecuencia, la clase de los inhibidores de la bomba de protones, los cuales son muy potentes y eficaces para tratar el reflujo, pero alteran otras funciones del organismo.
Cómo evitar la acidez naturalmente
El primer consejo es tener siempre una buena razón para tomar fármacos contra la acidez estomacal, y no tomarlo como una costumbre.
Ciertos cambios en el estilo de vida parecen la forma más sana para luchar contra la acidez. Se aconseja evitar los alimentos que pueden relajar la pequeña válvula que se encuentra en el extremo del esófago que impide que el ácido se devuelva a través del denominado esfínter esofágico inferior.
Estos son la menta, el chocolate, las nueces, la cafeína, las bebidas de alta gradación alcohólica, las gaseosas y los alimentos muy grasos.
Muchas veces el reflujo se presenta por la noche, por lo que la elevación de la cabecera de la cama puede ayudar a evitarlo. Finalmente, se aconseja no comer nada tres a cuatro horas antes de acostarse, porque la ingestión de alimentos ocasiona una elevación transitoria en la secreción de ácido.
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