Respuestas
Nosotras las hermanas de San Carlos, hemos sido llamadas por Cristo, para seguirlo con una entrega total y un corazón alegre, en servicio a los más necesitados de entre los pobres.
Atraídas por Dios en la oración, tendemos hacia Él con toda fuerza de nuestro corazón.
Él nos enseña el modo de consolar e infundir esperanza al que sufre y, como mujeres dotadas de "entrañas de ternura", podemos ser misericordiosas al estilo de Jesús, para que a través de las obras de misericordias se haga visible el amor de Dios ante los hombres, nos dedicamos a diferentes obras de apostolado y trabajamos en:
Las hermanas que se dedican al cuidado de los enfermos y ancianos les sirven como alegría, tratando de mitigar sus sufrimientos y consolarlos con un amor delicado.
Quienes se dedican a la educación, brindan al niño no sólo alimentos, sino también cariño, cuidados y atención maternal.
También servimos en las misiones, respetando la mentalidad y las costumbres del lugar, reconociendo alegremente todo lo bueno que hay en las culturas, tradiciones y fiestas.
El espíritu de la familia nos une a todas en un amor generoso y cordial, conscientes de que por nuestro servicio, Cristo prolonga su misericordia a los que sufren.
Al amor infinito de Dios respondemos con una entrega total y definitiva, para servirle en nuestros hermanos sufrientes, en sus múltiples necesidades del cuerpo y del espíritu.
Hola o(〃^▽^〃)o
Respuesta:
Nosotras las hermanas de San Carlos, hemos sido llamadas por Cristo, para seguirlo con una entrega total y un corazón alegre, en servicio a los más necesitados de entre los pobres.
Atraídas por Dios en la oración, tendemos hacia Él con toda fuerza de nuestro corazón.
Él nos enseña el modo de consolar e infundir esperanza al que sufre y, como mujeres dotadas de "entrañas de ternura", podemos ser misericordiosas al estilo de Jesús, para que a través de las obras de misericordias se haga visible el amor de Dios ante los hombres, nos dedicamos a diferentes obras de apostolado y trabajamos en:
El cuidado de enfermos y ancianosAtención y educación de niños y jóvenes en jardines de niños, internados y escuelas.Otras obras de caridad y actividades que nos piden el tiempo y las circunstancias.
Las hermanas que se dedican al cuidado de los enfermos y ancianos les sirven como alegría, tratando de mitigar sus sufrimientos y consolarlos con un amor delicado.
Quienes se dedican a la educación, brindan al niño no sólo alimentos, sino también cariño, cuidados y atención maternal.
También servimos en las misiones, respetando la mentalidad y las costumbres del lugar, reconociendo alegremente todo lo bueno que hay en las culturas, tradiciones y fiestas.
El espíritu de la familia nos une a todas en un amor generoso y cordial, conscientes de que por nuestro servicio, Cristo prolonga su misericordia a los que sufren.
Al amor infinito de Dios respondemos con una entrega total y definitiva, para servirle en nuestros hermanos sufrientes, en sus múltiples necesidades del cuerpo y del espíritu.
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