Respuestas
El tabaco tiene una incidencia directa en la función respiratoria y el intercambio gaseoso, el uso del mismo disminuye de manera dramática la capacidad inspiratoria y espiratoria del ser humano, como consecuencia el cuerpo no podrá transportar el oxigeno del los alvéolos pulmonares al cuerpo y de la misma el cuerpo no podrá desechar el dióxido de carbono.
Debemos añadir que el uso a largo tiempo del tabaco también genera daño en bronquios obstruyendo la luz bronquial y disminuyendo aún más la capacidad ventilatoria.
Las grasas tienen un efecto a largo plazo en los músculos inspiratorios, por excelencia los adipocitos (las células de grasas) no se almacenan a nivel de musculatura respiratoria, pero si a nivel abdominal, por lo tanto el principal musculo respiratorio que el diafragma se aplana y ende su función de fuelle se reduce, como consecuencia genera una respiración superficial y mala perfusión de los vasos sanguíneos y tejido.