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Mil años comprende la Edad Media, un largo momento histórico que fue el puente entre la antigüedad y la Edad Moderna.
Es un periodo en el que el mundo vivió muchos cambios y que terminó con tres hechos: el descubrimiento de América (1492), la caída del Imperio bizantino (1453) y la invención de la imprenta.
Puede ser una época muy lejana para los americanos, pero que, al menos en Colombia, se acerca gracias a la exposición ‘Arte y naturaleza de la Edad Media’, que se inaugura en el Museo Nacional el próximo 28 de abril.
Llega a través de 60 piezas del Museo de Cluny, de París, que datan de los siglos XII al XVI. Hay tapices y vitrales. Los primeros, una de las técnicas más importantes de la Edad Media, en la que en enormes tejidos se narra la historia y se ve la vida cotidiana.
En la exhibición también se presentan cinco pergaminos que muestran la inclusión de decoración en los bordes y la puesta de oro y plata como adornos. Y en cuanto a los vitrales, estos muestran también el sentido del adorno en la Edad Media.
Para Daniel Castro, director del Museo Nacional, “esta exposición es muy importante para conocer sobre un periodo de la historia que produjo grandes descubrimientos y una variedad creativa de múltiples temas y técnicas”, comenta.
Es, además, una posibilidad de poner a dialogar estas piezas con lo que sucedía en América en ese momento. “Es por eso que al ingreso de la muestra se verá una obra de piedra que representa unos perros sentados (símbolo de fidelidad) juntando sus espaldas y con los ojos abiertos, ‘conversando’ con una alcarraza quimbaya en cerámica, cuidadosamente decorada con dibujos en su superficie y que representa un cuadrúpedo para transportar líquidos”, sigue.
De este modo, la dura piedra que dialoga con una frágil cerámica pone a dos continentes a hablar.
“Porque en ese momento, los grupos prehispánicos estaban en situaciones no muy diferentes a las de los europeos en organización social, política y cultural, pues cada sociedad siempre ha buscado organizarse de la mejor manera y crear condiciones de vida propicias para su bienestar”, dice Castro.
“Pero muy en particular, también persistía la necesidad de expresar, por medio de los materiales que tenían a su alcance, sus relaciones con la naturaleza y los entornos en los que vivían, de manera diversa”, agrega.
Durante dos años, el Museo Nacional, el Ministerio de Cultura, el Museo de Cluny, el Instituto Francés y su Comité de Mecenas trabajaron en la muestra.
“Un enorme equipo, entre conservadores de colecciones, montajistas, diseñadores, museográfos y coordinadores logísticos, cada uno responsable de detalles, ha hecho posible esta exposición”, agrega Castro.
Entre lo que se verá, hay un objeto curioso: un atrapapulgas. Muy común en los siglos XV y XVI, se ponía en el cuello, el antebrazo, los hombros o amarrado a la cintura y era utilizado como trampa o cebo para hacerle el quite a esa plaga incómoda.
Del 28 de abril al 30 de julio del 2017. Museo Nacional. Carrera 7.ª con calle 28, Bogotá. Informes: teléfono 3816470 y museonacional.gov.co. De martes a sábado, de 10 a. m. a 6 p. m. Domingo, de 10 a. m. a 5 p. m. Cerrado el lunes. Boletas: 4.000 pesos por adulto; 3.000 pesos, estudiantes; 2.000 pesos, niños de 5 a 12 años. Gratis, los miércoles de 4 a 6 p. m. y domingos todo el día.