Respuestas
Al hacernos una herida, el cuerpo responderá de diferentes maneras dependiendo de las características de la herida que nos hicimos.
Puede reaccionar mediante inflamación aguda, las células de la piel dañada de la herida liberan sustancias hacia esa zona para que vaya mayor cantidad de oxígeno y sangre (lo cual produce enrojecimiento y calor).
Los glóbulos blancos se encargarán de destruir gérmenes y tejidos dañados, evidenciando hinchazón y dolor en la zona afectada gracias a esto. La inflamación es una respuesta natural del cuerpo, que defiende y aísla a los microorganismos, además repara el tejido de la herida.
Adicionalmente, puede ocurrir que una herida hace que se rompa la piel y sangre, esto pasa porque los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en la zona de la herida se rompen y la sangre se sale de sus vías.
Cuando esto ocurre, recibe el nombre de hemorragia, y el cuerpo intentará encoger el vaso roto para evitar la pérdida de sangre. Es así como las plaquetas podrán trabajar por cerrar la herida de forma más fácil así nuestras amigas las plaquetas lo tengan más fácil para cerrar la herida.
Estas se van uniendo las unas con las otras actuando como si fuera un pegamento hasta formar un coágulo que permite cerrar la herida.
El cuerpo comienza a elaborar hebras de fibrina que rodean por arriba y por abajo completamente al coágulo, así se termina por sellar la herida completamente no permitiendo que sangre más.
El coágulo y la fibrina se van endureciendo y se forma la famosa costra, que sirve para proteger la herida de la suciedad ambiental.
Bajo la costra se van reparando los vasos sanguíneos y la piel rota, los leucocitos funcionan limpiando esta sona de posibles infecciones e impurezas,