Respuestas
Respuesta dada por:
1
Podemos -y debemos- seguir pensando y creyendo en la democracia como la plasmación de unos valores, un sistema concebido para garantizar el control popular del poder. Un sistema que tiene paradójicamente su potencia en su propia imperfección, pero también en su intrínseca perfectibilidad, a diferencia de los sistemas autocráticos y dictatoriales que llevan en sí mismos el germen de su empeoramiento. El problema es que cuando la democracia se quedó sola - sin otros oponentes que las dictaduras- se convirtió en un poder en sí mismo, como una representación del poder popular, sí, pero entendiendo aquí la palabrarepresentación más en el sentido de figuración, fingimiento o simulación teatral que en el de su personificación o encarnación siquiera simbólica.
Preguntas similares
hace 6 años
hace 6 años
hace 6 años
hace 9 años
hace 9 años