¿que tipo de gobierno era mas conveniente para el peru independiente:monarquia constitucional o republica ?¿porque?
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José de San Martín de regreso de su entrevista con Simón Bolívar, se hizo cargo del gobierno peruano el 22 de agosto de 1822, después de haber aceptado, el día anterior, la renuncia del Supremo Delegado Torre Tagle.
El Protector en su proclama dirigida al pueblo peruano con motivo de retomar el poder, expresó que realmente había pensado no volver a encargarse del gobierno "hasta el día en que debía entregarlo a la representación nacional; pero las reiteradas renuncias de aquel ilustre y benemérito peruano (se refiere a Torre Tagle), me han hecho reasumirlo mientras se reúne el Congreso que se va a instalar"
Su último mes de gobierno San Martín lo dedicó, entre otras cosas, a acelerar la reunión definitiva del congreso peruano. Al asumir el Protectorado, el 2 de agosto de 1821, había prometido que una vez que estuviera libre de enemigos el territorio peruano, convocaría a la representación nacional, ante la cual renunciaría, para luego retirarse del Perú: "La religiosidad con que he cumplido mi palabra en el curso de mi vida pública, me da derecho a ser creído, y yo la comprometo ofreciendo solemnemente a los pueblos del Perú que en el momento mismo en que sea libre su territorio, haré dimisión del mando para hacer lugar al gobierno que ellos tengan a bien elegir". En el Estatuto Provisorio (08-10-1821) vuelve a insistir en el mismo punto: "…Si después de libertar al Perú de sus opresores, puedo dejarlo en posesión de su destino, yo iré a buscar en la vida privada mi última felicidad".
Sin embargo, el Protector del Perú terminó por no cumplir a cabalidad la palabra que él mismo había empeñado: renunciar y retirarse cuando el territorio peruano estuviese totalmente libre del peligro realista. Porque cuando él dimite al cargo de Protector y se aleja definitivamente del Perú, el territorio peruano estaba severamente amenazado por las fuerzas realistas que se encontraban íntegras y muy bien pertrechadas en la zona central y sur. ¿A qué se debió este cambio? ¿Cuál fue la razón o razones que lo impulsaron a no cumplir con la palabra empeñada?
Consideramos que la renuncia y el alejamiento de San Martín deben ser analizados cuidadosa y sobre todo desapasionadamente. No fue, a nuestro entender, un único factor el que decidió a tomar tan drástica decisión. La verdadera causa de esta actitud se explica, a nuestro entender, por tres motivos fundamentales: su aversión al poder, la situación nada halagüeña que le rodeaba en el Perú y los resultados de su entrevista con Bolívar en Guayaquil.
Analicemos, un tanto, el segundo punto, que lo consideramos de suma importancia para la decisión tomada por San Martín. Es ampliamente conocido que en el Perú se le conocía con el mote despectivo e injusto de "Rey José", puesto que sus detractores consideraban que buscaba establecer una monarquía que tendría a él como primer soberano. Esto molestaba terriblemente a San Martín, tanto así que en su última proclama dirigida al pueblo peruano expresó que estaba cansado de oír que quería hacerse rey.
A esto hay que añadir algo que si era sumamente preocupante y desestabilizador. Entre sus propios amigos su prestigio e influencia había disminuido notablemente. De ello San Martín tenía precisa conciencia y es por ello que al hacerle algunas confidencias a su amigo Tomás Guido, el 20 de setiembre de 1822, le expresó su decisión de abandonar el Perú: "No desconozco ni los intereses de América ni mis imperiosos deberes y me devora el pesar de abandonar camaradas que quiero como a hijos, y a los generales patriotas que me han ayudado en mis afanes; pero no podría demorarme un solo día sin complicar mi situación; me marcho. Nadie, amigo, me apeará de la convicción en que estoy, de que mi presencia en el Perú le acarrearía peores desgracias que mi separación. Así me lo presagia el juicio que he formado de lo que pasa dentro y fuera de este país. Tenga Ud. por cierto que por muchos motivos no puedo mantenerme ya en mi puesto, sino bajo condiciones decididamente contrarias a mis sentimientos y a mis convicciones más firmes. Voy a decirlo: una de ellas es la inexcusable necesidad a que me han estrechado si he de sostener el honor del ejército y su disciplina, de fusilar algunos jefes; y me falta el valor para hacerlo con compañeros de armas que me han seguido en los días prósperos y adversos". Como Guido le replicara que no era necesario tomar medida tan extrema, pues bastaría con alejar a dichos jefes del Perú, San Martín le repuso que existía una dificultad aún mayor: "Lo diré a Ud. sin doblez. Bolívar y yo no cabemos en el Perú…" Esta última parte de la confidencia hace referencia al tercer motivo que señalábamos sobre el alejamiento de San Martín del Perú y que sucintamente lo analizaremos más adelante. (Puede verse, al respecto, mi trabajo "San Martín y Bolívar en Guayaquil").
El Protector en su proclama dirigida al pueblo peruano con motivo de retomar el poder, expresó que realmente había pensado no volver a encargarse del gobierno "hasta el día en que debía entregarlo a la representación nacional; pero las reiteradas renuncias de aquel ilustre y benemérito peruano (se refiere a Torre Tagle), me han hecho reasumirlo mientras se reúne el Congreso que se va a instalar"
Su último mes de gobierno San Martín lo dedicó, entre otras cosas, a acelerar la reunión definitiva del congreso peruano. Al asumir el Protectorado, el 2 de agosto de 1821, había prometido que una vez que estuviera libre de enemigos el territorio peruano, convocaría a la representación nacional, ante la cual renunciaría, para luego retirarse del Perú: "La religiosidad con que he cumplido mi palabra en el curso de mi vida pública, me da derecho a ser creído, y yo la comprometo ofreciendo solemnemente a los pueblos del Perú que en el momento mismo en que sea libre su territorio, haré dimisión del mando para hacer lugar al gobierno que ellos tengan a bien elegir". En el Estatuto Provisorio (08-10-1821) vuelve a insistir en el mismo punto: "…Si después de libertar al Perú de sus opresores, puedo dejarlo en posesión de su destino, yo iré a buscar en la vida privada mi última felicidad".
Sin embargo, el Protector del Perú terminó por no cumplir a cabalidad la palabra que él mismo había empeñado: renunciar y retirarse cuando el territorio peruano estuviese totalmente libre del peligro realista. Porque cuando él dimite al cargo de Protector y se aleja definitivamente del Perú, el territorio peruano estaba severamente amenazado por las fuerzas realistas que se encontraban íntegras y muy bien pertrechadas en la zona central y sur. ¿A qué se debió este cambio? ¿Cuál fue la razón o razones que lo impulsaron a no cumplir con la palabra empeñada?
Consideramos que la renuncia y el alejamiento de San Martín deben ser analizados cuidadosa y sobre todo desapasionadamente. No fue, a nuestro entender, un único factor el que decidió a tomar tan drástica decisión. La verdadera causa de esta actitud se explica, a nuestro entender, por tres motivos fundamentales: su aversión al poder, la situación nada halagüeña que le rodeaba en el Perú y los resultados de su entrevista con Bolívar en Guayaquil.
Analicemos, un tanto, el segundo punto, que lo consideramos de suma importancia para la decisión tomada por San Martín. Es ampliamente conocido que en el Perú se le conocía con el mote despectivo e injusto de "Rey José", puesto que sus detractores consideraban que buscaba establecer una monarquía que tendría a él como primer soberano. Esto molestaba terriblemente a San Martín, tanto así que en su última proclama dirigida al pueblo peruano expresó que estaba cansado de oír que quería hacerse rey.
A esto hay que añadir algo que si era sumamente preocupante y desestabilizador. Entre sus propios amigos su prestigio e influencia había disminuido notablemente. De ello San Martín tenía precisa conciencia y es por ello que al hacerle algunas confidencias a su amigo Tomás Guido, el 20 de setiembre de 1822, le expresó su decisión de abandonar el Perú: "No desconozco ni los intereses de América ni mis imperiosos deberes y me devora el pesar de abandonar camaradas que quiero como a hijos, y a los generales patriotas que me han ayudado en mis afanes; pero no podría demorarme un solo día sin complicar mi situación; me marcho. Nadie, amigo, me apeará de la convicción en que estoy, de que mi presencia en el Perú le acarrearía peores desgracias que mi separación. Así me lo presagia el juicio que he formado de lo que pasa dentro y fuera de este país. Tenga Ud. por cierto que por muchos motivos no puedo mantenerme ya en mi puesto, sino bajo condiciones decididamente contrarias a mis sentimientos y a mis convicciones más firmes. Voy a decirlo: una de ellas es la inexcusable necesidad a que me han estrechado si he de sostener el honor del ejército y su disciplina, de fusilar algunos jefes; y me falta el valor para hacerlo con compañeros de armas que me han seguido en los días prósperos y adversos". Como Guido le replicara que no era necesario tomar medida tan extrema, pues bastaría con alejar a dichos jefes del Perú, San Martín le repuso que existía una dificultad aún mayor: "Lo diré a Ud. sin doblez. Bolívar y yo no cabemos en el Perú…" Esta última parte de la confidencia hace referencia al tercer motivo que señalábamos sobre el alejamiento de San Martín del Perú y que sucintamente lo analizaremos más adelante. (Puede verse, al respecto, mi trabajo "San Martín y Bolívar en Guayaquil").
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Al comienzo una monarquía constitucional porque como cualquier colonia que recién se independizaba no sabían como gobernarse a sí mismo por eso mientras San Martín buscaba a un gobernante él se convirtió en protector del Perú hasta el 20
de septiembre de 1822
de septiembre de 1822
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