Respuestas
Me lo escupió como ofensa,
y a mi, me supo a alabanza…
Tu madre… ¿mi madre qué?
Se me tensaron las venas
como cuerdas de guitarra,
como cuando alguien mete la mano
así nomás, sin saber tocar.
Y tiemblan, vibran, suenan a muerte,
-luego se calman-
pero en su impulso íntimo
late un eco de venganza.
Así se me templaron las venas
al eco de sus palabras.
Tu madre… ¿mi madre qué ?
tu madre era india…
India sí, pero de pura raza,
todo el mundo puede verlo
lo lleva escrito a claras
sobre la tersa vitela del óvalo de su cara,
con caracteres incaicos
sobre un fondo de oro y plata.
Un collar de baratijas,
le cuelga en su pecho y canta,
como un nido de gorriones
que al respirar se le espantan
Dos arracadas le cuelgan
de sus orejas con gracia;
como si fuesen marcando
poquito a poco las ansias
de que un día mejor que nunca
llegue a despuntar el alba.
Para rematar,
dos trenzas le cubren pecho y espalda;
como si los Dioses Indios,
hubiesen firmado el acta.
India mi madre, ¡Muy india!
y larguísimas son sus faldas;
que sólo el viento
o la mano de mi padre
las levantan.
Tu madre… ¿mi madre qué?
sirvió de india en mi casa
y era para todos
como una bestia de carga.
Para todos sí, lo admito;
pero no para el canalla de tu padre
que mil veces quiso de niña estrujarla
y poseerla cuando ya era ¡mujer casada!
Para el no, lo juro,
lo juro por tata Dios
y Santa María del Iquique
mi virgen de la montaña.
que si ella fue copo de nieve,
mi madre; no le pidió nada.
Sobre la piel su cuerpo,
no hay más huella
que las de los golpes,
que mi padre borracho
le propinaba.
Mi tata, hay! mi tata..
Borracho y todo lo quise,
con pasión emocionada.
Porque la borrachera de mi padre
más grande y más amarga,
no era de alcohol,
del que llora en el trapiche la caña.
Sino del zumo ensangrentado
de un refino de mil lágrimas.
Borracho, para olvidar.
Borracho de ira y de rabia.
Borracho y así … borracho
sin saberlo la ultrajaba.
Mamá, Mamá,
como un relicario beso las huellas
que hay en tu cara,
porque son como cien años
que compasión te hizo mi tata.
con la viril iracundia
de su hombría pisoteada,
sobre el trapiche cruento
de una injusticia nefasta.
Y no llores Mamá,
que ya nadie de Dios ha de matarte el alma
te defenderé,
aunque sea con esta guádua,
que aspira a ser andamio
y casa de un mundo mejor.
Si no, que las cañas nuestra milpa se vuelvan lanzas .
Así que así
Me has brindado la ocasión
de estas palabras,
anda, sigue tu camino,
con tu soberbia de raza,
y el mundo de tus prejuicios
como joroba en la espalda.
la vida te ha sido fácil
y por serlo; inapreciada,
ojala que cuando haya problemas
(y están cercanos)
sepas superar la vida
con valor y elegancia;
y temo que sean tus hijos
parásitos del mañana,
y que si llevan las trenzas ;
se ahorquen con ellas por no aguantarlas,
La vida para vivirla,
hay que sufrirla y amarla,
Anda, sigue tu camino,
¡pero mide tus palabras!
quisiste hacerme una ofensa
y a mi, a mi me supo a alabanza.
Mi madre es india, India
India
IGNACIO RUEDA LATASA