Respuestas
No subestimar la capacidad del otro solo por su apariencia.
El cuento recita la experiencia de un Obispo empeñado en mejorar el plan de estudio de Arequipa. En una ronda de interrogación en la clase de Latín muchos niños no saben responder las preguntas que hace, por lo que dice “¡AL rincón! ¡Quita Calzón!” qué era la forma de castigo de la época, letra con sangre entra era la creencia. Al llegar al que parecía ser el más inquieto de la clase, tampoco pudo responderle, pero al llegar al rincón murmuró una pregunta al Obispo: “¿Cuánto Dominus Vobiscum tiene la misa?”. El señor al ser incapaz de responderle absolvió a todos del castigo. El Obispo se convirtió en el protector del niño, que provenía de una familia muy pobre, y que llegó a convertirse en uno de los personajes insigne de la Independencia del Perú, Francisco Javier de Luna-Pizarro.
Este pequeño relato enseña que no hay que subestimar la capacidad del otro solo por su apariencia o porque pertenece a determinado grupo. Además es una fuerte crítica al “sistema educativo” de la época y su eficacia en la enseñanza.