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La señorita leona Horacio Quiroga Resumen del cuento Identificación de: Introducción Nudo Descenlace Tipo de narrador Características de Horacio Quiroga Personajes La señorita leona El narrador presente en el cuento es omnisciente; "Una vez que el hombre, débil, desnudo y sin garras, hubo dominado a los demás animales por el esfuerzo de su inteligencia, llegó a temer por el destino de su especie" La leona
Los ciudadanos
Los leones Hubo un tiempo en el que el hombre después de haber dominado a los animales, gracias a su inteligencia, llego a temer por el destino de su especie.
Así que decidieron solicitar una cría de algún animal, un león. Entonces fueron a conversar con los leones de manera pacifica rogándoles que le otorgaron una leona para criarla en sus manos y ellos les ofrecían a cambio un niño. Los leones deliberaron largo rato pero al final accedieron
y les dieron a los humanos una leona. Los hombres la criaron
y educaron como a una mujer y ella creció y desarrollo una gran habilidad en el canto. Después de grandes éxitos en el canto los hombres le pedían que cantara con su corazón como un ser libre y fuerte pero al intentarlo lo único que obtenía eran rugidos, la joven leona estaba devastada no sabia que hacer, los humanos decepcionados por lo ocurrido se disculparon con la leona y procedieron a desterrarla de la ciudad. La joven leona lloraba y les pedía con las manos juntas que la perdonaran pero eran en vano ya que los ciudadanos la echaron de la ciudad, caminó hacia el desierto desprendiendo todo vestuario que portara, quedándose en su primera forma, y rugió hacia la ciudad decrepita como si en cada rugido cantara libre y sin trabas por fin, la voz pura y profunda de sus entrañas vírgenes. Ya desde la primera nota, los habitantes reconocían estremecidos su propia alma humana exhalada en aquella voz. ¿Cómo la salvaje criatura podía expresar así, mejor que ellos mismos, el lirismo, las esperanzas y los sollozos de un alma ajena a ella? “Un alma que no poseía” esta llegó a ser, poco a poco, la impresión de la ciudad Durante largo rato, sola y como alargada por la tensión de sus ijares, rugió hacia la ciudad decrépita, hundiendo los flancos hasta el esqueleto, como si en cada rugido cantara, libre y sin trabas por fin, la voz pura y profunda de sus entrañas vírgenes Gracias Tragedia
Naturaleza salvaje
El hombre en un ambiente inusual Una vez que el hombre, débil, desnudo y sin garras, hubo dominado a los demás animales por el esfuerzo de su inteligencia, llegó a temer por el destino de su especie.Transcripción completa
Los ciudadanos
Los leones Hubo un tiempo en el que el hombre después de haber dominado a los animales, gracias a su inteligencia, llego a temer por el destino de su especie.
Así que decidieron solicitar una cría de algún animal, un león. Entonces fueron a conversar con los leones de manera pacifica rogándoles que le otorgaron una leona para criarla en sus manos y ellos les ofrecían a cambio un niño. Los leones deliberaron largo rato pero al final accedieron
y les dieron a los humanos una leona. Los hombres la criaron
y educaron como a una mujer y ella creció y desarrollo una gran habilidad en el canto. Después de grandes éxitos en el canto los hombres le pedían que cantara con su corazón como un ser libre y fuerte pero al intentarlo lo único que obtenía eran rugidos, la joven leona estaba devastada no sabia que hacer, los humanos decepcionados por lo ocurrido se disculparon con la leona y procedieron a desterrarla de la ciudad. La joven leona lloraba y les pedía con las manos juntas que la perdonaran pero eran en vano ya que los ciudadanos la echaron de la ciudad, caminó hacia el desierto desprendiendo todo vestuario que portara, quedándose en su primera forma, y rugió hacia la ciudad decrepita como si en cada rugido cantara libre y sin trabas por fin, la voz pura y profunda de sus entrañas vírgenes. Ya desde la primera nota, los habitantes reconocían estremecidos su propia alma humana exhalada en aquella voz. ¿Cómo la salvaje criatura podía expresar así, mejor que ellos mismos, el lirismo, las esperanzas y los sollozos de un alma ajena a ella? “Un alma que no poseía” esta llegó a ser, poco a poco, la impresión de la ciudad Durante largo rato, sola y como alargada por la tensión de sus ijares, rugió hacia la ciudad decrépita, hundiendo los flancos hasta el esqueleto, como si en cada rugido cantara, libre y sin trabas por fin, la voz pura y profunda de sus entrañas vírgenes Gracias Tragedia
Naturaleza salvaje
El hombre en un ambiente inusual Una vez que el hombre, débil, desnudo y sin garras, hubo dominado a los demás animales por el esfuerzo de su inteligencia, llegó a temer por el destino de su especie.Transcripción completa
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ahí está espero que te sirva
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